Así lo ha confirmado el Vaticano en un comunicado de
prensa. Unas palabras que se convirtieron en las últimas del pontífice a la
persona que cuidó de él antes y durante su enfermedad. Para el papa Francisco,
Massimiliano era una ayuda imprescindible, quien “le salvó la vida al sugerirle
una cirugía de colon y que, posteriormente, nombró como su asistente sanitario
personal”.
Durante los 38 días de su
hospitalización, Strappetti permaneció junto al Papa durante los 38 días de su
hospitalización en el Hospital Gemelli de Roma y estuvo junto a él las 24 horas
del día durante su recuperación en la Casa de Santa Marta.
El difunto Papa quiso estar ese domingo dando la
bendición en el balcón de la Basílica de San Pedro, pero antes preguntó a su
enfermero: “¿Cree que puedo?”. Tras acercarse al pueblo, y cansado, pero muy
contento, le dijo a su enfermero: “Gracias por traerme de vuelta a la Plaza”.
El enfermero Massimiliano Strapetti tiene 54 años, padre y esposo amoroso,
descrito por quienes lo conocen como generoso y dedicado a los demás incluso
fuera de su trabajo. Una apuesta por el voluntariado que le lleva en última a
instancia a cuidar de 'más queridos' por el Papa, los que no tienen hogar.
Al servicio de la Guardia Médica del Vaticano, Strappetti llegó aquí tras
una carrera profesional en el hospital Gemelli. Durante años había
trabajado en cuidados intensivos: un departamento crucial y muy delicado en el
que la diferencia entre la vida y la muerte puede estar en un simple descuido o
una afortunada intuición.
El 4 de julio de 2021, tras realizar con normalidad el Ángelus
dominical en la Basílica de San Pedro el Papa fue hospitalizado y intervenido
quirúrgicamente de forma programada por una estenosis de colon. Permaneció en
el hospital durante diez días, para luego continuar su convalecencia en el
Vaticano. El enfermero que lo convenció de someterse a una cirugía de colon
-aunque hubo quienes sugirieron limitarse a la terapia con antibióticos- se
llama Massimiliano Strappetti, y es quien ahora está con él en el hospital.
Francisco lo definió como: "el hombre que me salvó la vida".
Vocación particular de las
enfermeras
En su discurso, el papa Francisco aseguró que las
enfermeras y enfermeros “son hombres y mujeres que han dicho ‘sí’ a una
vocación particular: la de ser buenos samaritanos que se hacen cargo de la vida y de las heridas de los demás.
Custodios y servidores de la vida que, mientras administran las terapias
necesarias, infunden ánimo, esperanza y confianza”.
Asimismo, el Santo Padre expresó que, “la
responsabilidad moral guía la profesionalidad de las enfermeras, que no se
reduce al conocimiento científico-técnico, sino que está constantemente
iluminada por la relación humana y humanizadora con el paciente”. “Al cuidar
a mujeres y hombres, niños y ancianos, en todas las etapas de su vida, desde el
nacimiento hasta la muerte, participáis en una escucha continua, encaminada
a comprender cuáles son las necesidades de ese enfermo, en la
etapa que está atravesando. De hecho, frente a la singularidad de cada
situación, nunca es suficiente seguir una fórmula, sino que se requiere un
continuo—¡y fatigoso!— esfuerzo de discernimiento y atención a cada persona”,
dijo.
Sobre esa vocación, el papa Francisco aseguró que, por
esa entrega enfermera, estas profesionales forman parte de los “santos de la
puerta de al lado”. “Sois la imagen de la Iglesia que continúa llevando a cabo la misión de Jesucristo, que se
acercó y curó a las personas que sufrían todo tipo de males y se arrodilló para
lavar los pies de sus discípulos. ¡Gracias por vuestro servicio a la
humanidad!”, expresó.
Inversión en enfermería
Además, aprovechó la ocasión para reivindicar los
derechos laborales de este colectivo y pidió mejores condiciones para las enfermeras.
“Los enfermeros y enfermeras, así como las comadronas, tienen derecho y merecen
estar más valorizados e involucrados en los procesos que afectan
a la salud de las personas y de la comunidad. Se ha demostrado que
invertir en ellos favorece los resultados en términos de atención y salud en
general. Por lo tanto, es preciso potenciar su perfil profesional
proporcionando herramientas científicas, humanas, psicológicas y espirituales
para su adecuada formación; así como mejorar sus condiciones de trabajo y
garantizar sus derechos para que puedan llevar a cabo su servicio con plena
dignidad”, explicó en su discurso.
Por último, el papa Francisco dedicó un agradecimiento
concreto a las matronas: “De modo particular, las comadronas, que asisten a las mujeres embarazadas y las ayudan a dar a
luz a sus hijos, os digo: vuestro trabajo es uno de los más nobles que existen,
dedicado directamente al servicio de la vida y de la maternidad. En la Biblia,
los nombres de las dos parteras heroicas, Sifrá y Puá, se inmortalizan al
comienzo del libro del Éxodo (cf. 1,15-21). También hoy el Padre celestial os
mira con gratitud”.
“Que este aniversario coloque la dignidad de vuestro
trabajo en el centro, en beneficio de la salud de toda la sociedad”, concluyó
su discurso con motivo del Día Internacional de la Enfermería.
Más información y fuentes:
https://www.facebook.com/massimiliano.strappetti.58
https://www.elmundo.es/internacional/2023/03/30/64253692e4d4d86e468b4576.html
https://diarioenfermero.es/ultimas-palabras-papa-francisco-fallecimiento/
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