Enfermera alimentando a un niño con hidrocefalia.
La discapacidad producida por el desarrollo de la enfermedad hace necesario
que las personas tengan que ser atendidas en sus necesidades básicas.
La hidrocefalia,
agua en la cabeza, es una enfermedad que se caracteriza por existir un exceso
de líquido cefalorraquídeo (LCR), liquido acuoso que baña el cerebro, en el
interior de los ventrículos cerebrales, cavidades que existen en el interior
del cerebro comunicadas entre sí. Este acúmulo de líquido aumenta la presión en
el interior de la cavidad intracraneal y comprime el cerebro lesionándolo a
veces de forma irreversible.
Autor de la foto: Lord Snowdon. |
La causa de la hidrocefalia generalmente es una
obstrucción en la circulación del líquido cefalorraquídeo, que puede ser:
Congénita, es decir presente en el momento del nacimiento, o adquirida o
causada por una lesión o enfermedad cerebral en el transcurso de la vida.
La hidrocefalia congénita se
produce por malformaciones cerebrales durante la gestación, que impiden la
circulación del líquido cefalorraquídeo. Es una enfermedad relativamente
frecuente, ya que afecta aproximadamente a 5 niños de cada 10.000 nacidos.
La hidrocefalia adquirida es
causada por lesiones o enfermedades cerebrales que impiden la circulación o la
reabsorción del Líquido cefalorraquídeo tales como tumores cerebrales,
hemorragias intracraneales, o infecciones como meningitis.
Los síntomas que provoca
la hidrocefalia son consecuencia del aumento de la presión intracraneal, y
estos síntomas serán distintos según la edad del enfermo y la velocidad del
aumento de la presión.
En los niños recién
nacidos y en los lactantes que no tengan cerrada todavía las suturas craneales,
se produce un crecimiento excesivo de la cabeza con separación de los huesos
craneales y aumento de presión en la fontanela. También se hinchan las venas
superficiales del cráneo y los ojos tienden a mirar hacia abajo. El niño está
cada vez más irritable y suele vomitar. La hidrocefalia congénita cuando se
deja evolucionar sin tratamiento, produce la muerte del paciente en más de la
mitad de los casos. Entre los supervivientes, la mayoría tiene un déficit
neurológico severo y un retraso intelectual profundo.
En los niños mayores y
en los adultos cuando la hidrocefalia se instaura rápidamente y produce un gran
aumento de presión intracraneal; provoca un intenso dolor de cabeza que se
acompaña de vómitos y somnolencia que puede ir evolucionando hasta entrar en un
estado de coma y finalmente la muerte si no se pone tratamiento. Cuando la
hidrocefalia se instaura lentamente; entran en juego mecanismos compensadores y
los síntomas que se producen son: dolor de cabeza, sobre todo de madrugada, que
despierta al enfermo, vómitos tras los cuales, suele remitir el dolor de
cabeza. Cambio de carácter con retraimiento progresivo. Afectación progresiva
de la visión que puede terminar en ceguera por hinchazón y ulterior atrofia de
las papilas de los nervios ópticos en las retinas.
El tratamiento de la
hidrocefalia consiste en restablecer la circulación y absorción del líquido
cefalorraquídeo comunicando entre sí las vías por las que circula, extirpando
el tumor o lesión que obstruía estas vías, o en conducir o derivar el líquido
cefalorraquídeo fuera de la cavidad craneal a otros lugares del cuerpo donde se
pueda reabsorber fácilmente a la sangre, como la cavidad abdominal o la
aurícula derecha del corazón. Esta derivación del líquido cefalorraquídeo se
realiza mediante un tubo delgado de silicona con una válvula unidireccional
para impedir el reflujo al cerebro que discurre entre la cabeza y el tórax o
abdomen por debajo de la piel. Estos dispositivos en lenguaje coloquial se
denominan "válvulas" y existe una gran variedad en el mercado.
En muchos casos se
puede salvar la obstrucción entre los ventrículos cerebrales y el espacio que
rodea al cerebro, practicando un orificio en una zona muy delgada de la pared
del cerebro mediante un endoscopio introducido en los ventrículos cerebrales
comunicando éstos con el espacio subaracnoideo.
Actualmente el tratamiento quirúrgico de la
hidrocefalia es muy gratificante, ya que con intervenciones relativamente sencillas,
se pueden recuperar y prevenir deterioros intelectuales y déficits neurológicos
importantes. Los avances en el diagnóstico y tratamiento de la hidrocefalia han
permitido una reducción drástica de la mortalidad y una mejoría importante de
la calidad de vida, así como, de la situación neurológica y mental de la
mayoría de los pacientes.
Más información y fuentes:
http://infogen.org.mx/tag/consecuencias-de-la-hidrocefalia/
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