El Sr. Potter, cama nº 5, es el paciente protagonista de la película,
inmóvil en su cama, no llama a la enfermera ni protesta por la comida, no abre
los ojos ni habla, solo mueve compulsivamente el dedo índice, con un ritmo que
parece sin sentido. A su alrededor, se
mueven los demás personajes de esta historia: sus dos hijas, sus abogados, los
directivos del hospital, el joven y prometedor médico interno Werner Ernst
(James Spader), y la encantadora y lenguaraz Stella, ENFERMERA cuyo papel borda
Helen Mirren.
- Película propia, para hablar de ética, eutanasia, ensañamiento
terapéutico, cuidados intensivos sin necesidad de tocar al paciente, conflicto
familiar, etc.-
Seguimos con la historia:
El cuerpo del señor Potter ha sido el objeto de múltiples intervenciones: lleva un marcapasos, operado de la vesícula, con una colostomía, le amputaron los dedos del pie izquierdo, sometido a diálisis renal y a cirugía exploratoria del abdomen y hasta a una operación de cataratas. Aun así, la "lechuga del frigorífico del Dr. Ernst" parece que tiene más posibilidades de recuperar la conciencia, según la autorizada opinión del propio Ernst. Está, Potter, en eso que se llama "estado vegetativo persistente".
El cuerpo del señor Potter ha sido el objeto de múltiples intervenciones: lleva un marcapasos, operado de la vesícula, con una colostomía, le amputaron los dedos del pie izquierdo, sometido a diálisis renal y a cirugía exploratoria del abdomen y hasta a una operación de cataratas. Aun así, la "lechuga del frigorífico del Dr. Ernst" parece que tiene más posibilidades de recuperar la conciencia, según la autorizada opinión del propio Ernst. Está, Potter, en eso que se llama "estado vegetativo persistente".
Provisto de toda clase de seguros sanitarios, tiene derecho a
un “código completo”, lo que significa que en el hospital se hará todo lo
necesario para mantenerle con vida o, según la traducción de la ENFERMERA al
“lenguaje médico”, que “le hicimos pasar un infierno antes de morir”.
Los pacientes en ésta Unidad, no tienen muchas expectativas de salir
adelante. Muchos de ellos, como Potter, están en coma irreversible. Otros no
han perdido la conciencia, pero sus órganos vitales sí han perdido la capacidad
para funcionar por sí solos. Son, casi todos, lo que llamaríamos enfermos
terminales, aunque el fulgurante desarrollo de los cuidados intensivos, del que
se nos da cuenta en la película, ha vuelto obsoleta la categoría: hoy ya no
existe ningún estado que sea realmente terminal, nos explica un enfermero
especializado, sino sólo pacientes a los que se decide no mantener con vida. Y
eso, en el Memorial Hospital depende básicamente de tu póliza de seguro médico.
Por supuesto, haber dejado de ser un enfermo terminal strictu sensu no te libra
de las máquinas y de los tubos ni mejora mucho tu condición, pero morir, lo que
es morir, no parece que sea ya el problema sino, acaso, para algunos, la
solución.
Pero ni Potter ni Stella podrán hacer nada por aclarar el
cada vez más negro futuro que le espera, una vez que se descubra que ha
ofrecido una información que no debía a quien no debía.
La dificultad de una buena práctica profesional en un ámbito
empresarial como el que refleja la película, propio de los Estados Unidos, nos
da una pista del por qué ese ámbito no es el más adecuado para la sanidad. Otra
pista nos la da la observación de Stella, cuando se entera de la última factura
mensual de Potter: “con ese dinero podría darse de comer a todos los niños del
barrio”. En términos más generales e interrogativos: ¿es el mercado el mejor
sistema de asignación de los recursos cuando de lo que se trata es de la
satisfacción de las necesidades más básicas de las personas? ¿No serán los
cuidados intensivos de enfermos terminales un derroche injustificado de
recursos en tanto haya otras necesidades más perentorias?
El final de la historia permite una salida para que, el
médico Werner y la enfermera Stella puedan dedicarse en cuerpo y alma a su
verdadera labor, que es la misma que la de todos: velar por los intereses
de los demás, cada uno haciendo lo que mejor sabe.
Por cierto, lo que el señor Potter, antiguo telegrafista de
la marina, tecleaba consciente o inconscientemente, una y otra vez, era una
secuencia que en morse significa...
Reparto:
Dirección: Sidney
Lumet
Reparto:
James Spader, Kyra Sedgwick, Helen Mirren,
Albert Brooks, Anne Bancroft, Jeffrey Wright, Philip Bosco y Colm
Feore.
Título en
V.O.: Critical Care
Nacionalidades: USA y Australia Año: 1997.
Duración: 109
min. - Género: Comedia – Color
Guion:
Steven Schwartz - Fotografía: David Watkin
Música: Michel Convertino
Calificación: Mayores
13 años
Más información y fuentes:
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