martes, 18 de junio de 2019

La culpa. CineTV 2006. Dirigida por Narciso Ibáñez Serrador.

Como reconocimiento a su director recientemente fallecido, hoy hablamos de su película para televisión “La culpa” que trae una historia que se sitúa en la España de principios de los años setenta del siglo pasado, centrándose en Gloria, madre soltera y enfermera que acepta la ayuda de Ana, una ginecóloga amiga que le ofrece trabajo y sitio donde vivir con su hija en su enorme y antigua casa donde además tiene su consulta privada.
No pasa mucho tiempo para que Gloria se dé cuenta de que no todo es tan bonito como parece pues, tras los continuos avances sexuales de su amiga le hacen convencerse de que su ayuda no es del todo desinteresada, y descubre que la famosa consulta privada que tiene lugar en la enorme y vieja casona es, en la práctica, una clínica clandestina dónde práctica abortos.
Todo se complica cuando es la propia enfermera la que tiene que abortar, tras ello, empezarán a ocurrir extraños sucesos, algo que añadirá tensión a la tremenda “culpa” que siente la joven por haber interrumpido la vida que se estaba formando dentro de ella. A todo ello también hay que unir una misteriosa puerta en las escaleras que constantemente lucha queriendo abrirse y una inquietante presencia en el desván polvoriento y lleno de telas de arañas, por el que su pequeña hija parece sentirse muy atraída.

Datos de la obra:
La culpa - Películas para no dormir (TV) Año 2006.
Duración 72 min.  País España
Dirección Narciso Ibáñez Serrador
Guion Narciso Ibáñez Serrador (Historia: Luis Murillo)
Música Víctor Reyes
Fotografía José Luis Alcaine
Reparto: Nieves de Medina, Montse Mostaza, Alejandra Lorenzo, Mariana Cordero, Asunción Díaz.
Productora Filmax  Género Terror e intriga.

Narciso Ibáñez Serrador, nació en Montevideo en 1935, director de cine, actor, guionista, escritor, etc., llegó a España en 1947; a los 18 años terminó el bachillerato en Salamanca y se lanzó a una vida de aventuras que le llevó a recorrer medio mundo. Pasado un tiempo, regresó a España e ingresó en la compañía de teatro de su madre, donde recorrió todos los puestos posibles: maquinista, electricista, apuntador... En 1951 hizo su debut como actor en un pequeño papel en Filomena Maturano, de Eduardo De Filippo, y se lanzó a una intensísima formación para adquirir experiencia y dominio. Llegó a estrenar en tres años más de treinta títulos.
La carrera profesional de Ibáñez Serrador se había iniciado escribiendo novelas radiofónicas y con el estreno teatral de su primera comedia Obsesión, que siempre firmaba bajo el pseudónimo “Luis Peñafiel”.​ No obstante, su despegue profesional tuvo lugar a su regreso a Argentina, donde empezó a trabajar en televisión de la mano de su padre, que en los años previos había desarrollado una firme carrera en el cine argentino.
Aunque realizó algunos trabajos como actor, pronto se distinguió por sus guiones y adaptaciones, como los realizados para Teatro universal en un acto (1957).​ Tras estos inicios siguieron numerosos guiones televisivos, como Historias para mayores (1957, 1960), El fantasma de la ópera (1960) o Arsenio Lupin (1961), aunque sobre todo destacando su primera serie de terror, Obras maestras de terror (1960-1962), ​ si bien el frenético ritmo de trabajo de la televisión argentina le fue desencantando, pues el producto final no poseía la calidad que le habría gustado.​ También destacó como un pionero de la ciencia ficción en la televisión con su serie Mañana puede ser verdad. ​
Posteriormente regresó a España en 1963, con 28 años, dirigiéndose a TVE, que en aquellos años era la única cadena de televisión del país, y enseguida consiguió un trabajo al mostrar algunas de las producciones que había realizado en Argentina.​
En sus primeros trabajos mezclarían los dos mundos que conocía, el teatro y la televisión, y es que consistieron en adaptaciones de piezas clásicas para el programa Estudio 3. También realizó guiones de series como La puerta cerrada (1964) y La historia de San Michele (1964), recuperando además la serie Mañana puede ser verdad (1965).
Entre sus espacios para televisión más conocidos figuran Obras maestras del terror, Cuentos para mayores, Estudio 3, Mañana puede ser verdad, Historias para no dormir, Historias de la frivolidad, 1 2 3 responda otra vez, Hablemos de sexo, Luz roja y El semáforo. 
En cine dirigió dos películas: La residencia, Premio a la mejor película, en Taormina, Sicilia, 1976 y ¿Quién puede matar a un niño?, Segundo Premio a la mejor película, Avoriaz, Francia 1976.
También siguió vinculado al teatro, estrenando su obra Aprobado en castidad, que la censura obligó a renombrar como Aprobado en inocencia, que él mismo interpretó junto a su madre poco antes del fallecimiento de esta, sucedido en 1964.
De sus innumerables trabajos para televisión, en 2006, dirigió La culpa, que formaba parte de las denominadas “Películas para no dormir”, para la cadena televisiva Telecinco. ​

Más información y fuentes:
https://www.youtube.com/watch?v=xYVgDVMD6yA


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