viernes, 2 de mayo de 2025

El experimento Hofling. 1966

El experimento Hofling, llevado a cabo en 1966 por el psiquiatra Charles K. Hofling, es uno de los estudios más impactantes sobre la obediencia a la autoridad en contextos sanitario. Inspirado por los famosos experimentos de Stanley Milgram, Hofling diseñó este estudio para analizar cómo los profesionales de la salud, enfermeras en el caso que nos ocupa, reaccionan ante órdenes potencialmente peligrosas dadas por figuras de autoridad, incluso si estas órdenes van en contra de las normas y del sentido común.

El experimento evidenció lo vulnerable que puede ser el juicio profesional frente a la presión de la autoridad, especialmente en entornos jerárquicos como los hospitales.

Antecedentes históricos

La década de 1960 fue un período crucial para la psicología social, , marcado por investigaciones sobre el poder de la autoridad en las decisiones humanas. Stanley Milgram había demostrado, en 1961, cómo personas comunes podían cometer actos extremos bajo órdenes de una figura autoritaria, incluso si eso implicaba dañar a otros. Inspirado por estos hallazgos, Hofling quiso explorar cómo este fenómeno se manifestaba en un entorno realista y profesional: un hospital.

La elección del entorno no fue casual, los hospitales tienen una estructura jerárquica clara, en la que los médicos ocupaban posiciones de autoridad sobre las enfermeras, quienes se encargan de implementar las órdenes médicas. Hofling sospechaba que este sistema podría facilitar comportamientos acríticos ante instrucciones cuestionables.

Enfermera preparando medicación. Fuente Pinterest 

Diseño del experimento

El experimento se llevó a cabo en un hospital con enfermeras reales, quienes desconocían que estaban participando en un estudio. El procedimiento fue el siguiente:

Escenario planteado: Un médico ficticio (identificado como «Dr. Smith») llamó a la sala donde trabajaban las enfermeras y les pidió que administraran una dosis de un medicamento llamado Astroten a un paciente. Este medicamento no existía, pero fue presentado como parte del equipo habitual del hospital.

Instrucción problemática: El «Dr. Smith» solicitó una dosis que superaba significativamente el límite seguro indicado en la etiqueta del medicamento. Además, la orden iba en contra de las reglas del hospital, que prohibían administrar medicamentos sin una orden escrita.

Respuesta esperada: Según el protocolo médico y las reglas éticas, las enfermeras debían negarse a cumplir la orden, ya que era potencialmente peligrosa y no contaban con una orden médica legítima.

Registro de comportamiento: Los investigadores observaron si las enfermeras seguían la instrucción o se negaban a administrarla.

Resultados

Los resultados fueron sorprendentes y alarmantes:

De las 22 enfermeras participantes, 21 estuvieron dispuestas a cumplir la orden de administrar la dosis peligrosa, a pesar de que sabían que iba en contra de las normas del hospital.

Solo una enfermera se negó a obedecer, citando las reglas establecidas y el potencial daño al paciente como razones.

Estos resultados indicaron que la mayoría de las enfermeras estaban dispuestas a priorizar la obediencia a la autoridad sobre su propio juicio profesional y las normativas de seguridad.

Explicaciones y análisis

El experimento de Hofling reveló varios factores psicológicos que influyen en la obediencia en contextos jerárquicos:

1.     Confianza en la autoridad: Las enfermeras confiaban en que el «Dr. Smith», como figura médica, sabía lo que hacía, incluso si sus órdenes contradecían las reglas.

2.     Presión de rol: La estructura jerárquica del hospital reforzó la idea de que las enfermeras debían seguir las órdenes del médico, asumiendo un rol subordinado.

3.     Ambiente cotidiano: A diferencia de los experimentos de laboratorio, el estudio de Hofling se realizó en un entorno cotidiano, lo que hacía más probable que las enfermeras actuaran como lo harían normalmente, sin sospechar que estaban siendo observadas.

Impacto y aplicaciones prácticas

El experimento tuvo un profundo impacto en la comprensión de la ética médico/sanitaria y la obediencia profesional, con implicaciones en múltiples áreas:

Capacitación en salud: Los resultados subrayaron la necesidad de capacitar a los profesionales sanitarios para cuestionar órdenes que puedan poner en peligro la vida de los pacientes. Esto llevó a desarrollar programas que promueven el pensamiento crítico y la toma de decisiones autónoma en situaciones de riesgo.

Ética: Destacó la importancia de establecer sistemas que permitan a las enfermeras y otros profesionales cuestionar órdenes sin temor a represalias.

Psicología social: El estudio reforzó los hallazgos de Milgram y otros investigadores, mostrando que la obediencia a la autoridad no se limita a contextos experimentales, sino que también afecta decisiones en el mundo real.

Críticas y limitaciones

Aunque el experimento de Hofling ofreció valiosos conocimientos, también generó críticas:

Ética del estudio: Las enfermeras no dieron su consentimiento informado, lo que podría haberlas expuesto a estrés psicológico al descubrir que estuvieron dispuestas a cometer un error potencialmente mortal.

Generalización: Algunos críticos argumentaron que las condiciones del experimento no reflejaban con precisión todas las dinámicas de los entornos hospitalarios.

Cambios culturales: Los defensores del personal de enfermería señalaron que los resultados reflejaban una época en la que las enfermeras tenían menos autonomía en comparación con la actualidad.

Conclusión

El experimento de Hofling es un recordatorio contundente de cómo el poder de la autoridad puede influir en el comportamiento humano, incluso en entornos profesionales donde las decisiones tienen consecuencias graves. Más allá de sus implicaciones teóricas, este estudio subrayó la importancia de fomentar una cultura de seguridad y pensamiento crítico en el ámbito de la salud.

La investigación de Hofling sigue siendo relevante hoy en día, pues plantea preguntas sobre cómo equilibrar la obediencia y la responsabilidad personal en profesiones donde las decisiones pueden ser literalmente de vida o muerte. Al hacerlo, no solo enriquece la psicología social, sino también la ética y la práctica sanitaria.

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Desde 1966 a la actualidad tanto las leyes, normas, protocolos, etc., han cambiado tanto, no solo en España, para la profesión enfermera como para pacientes y para la sociedad en general, que posiblemente no se podría hacer un experimento de este tipo. Aunque Divertimento piensa que viene bien recordarlo y más después de los comentarios que han suscitado las dos últimas publicaciones. 

Más información y fuentes:

https://www.psiconetwork.com/el-experimento-del-monstruo-de-hofling/

https://www.simplypsychology.org/hofling-obedience.html

https://es.pinterest.com/pin/313703930314542933/