lunes, 26 de marzo de 2018

Ava Gardner, la enfermera de "The Sun Also Rises". Novela y Cine.

La Gran Guerra y la relación amorosa con la enfermera Anges Von Kurowsky marcó a Heminway en su obra y en su vida, y así lo dejó reflejado en varias de sus obras, como hemos visto en otras publicaciones de Divertimento Enfermero. En la obra de la que, hablamos hoy, es su novela “The Sun Also Rises”, traducida al castellano como “Fiesta” , veintidós años más tarde de su primera edición en inglés, escrita en 1926 y publicada ese año en Nueva York.
Tras la guerra Jake Barnes, un periodista norteamericano incapacitado sexualmente por una herida de guerra y Brett Ashley, enfermera en la contienda, durante la que ambos mantuvieron una relación, se reencuentran en el París del período de entreguerras donde se relacionarán con la comunidad norteamericana.

Ava Gadner en la película Fiesta de 1957.
Gran parte de la ambientación de la parte inicial de la novela girará en torno a este colectivo y a los lugares que frecuentaban.
En 1957 se rodó una versión cinematográfica, dirigida por Henry King, con guion de Peter Viertel, y en la que aparecen, entre otros, AVA GARDNER, Tyrone Power, Mel Ferrer, Errol Flynn y Juliette Greco.
Ava Gadner y Tyrone Power en la película "Fiesta". 1957.
Desde allí Jake, Brett y sus compañeros se dirigen a España para pescar y para asistir a los Sanfermines, en Pamplona. Durante las fiestas, descritas al detalle, se sucederán una serie de problemas amorosos protagonizados por Brett, en los que intervienen Michael, su prometido, Cohn, con el que ha mantenido un romance semanas antes y Pedro Romero, un torero prometedor y en los que se remarcará la posición de Barnes como simple espectador. Tras acabar las fiestas el grupo se disolverá, terminando la historia en Madrid.
Portada de una de las muchas ediciones de la celebre novela.
Una novela fundamental del siglo XX que nos sirve para entender parte de las experiencias y vida de aquellos tiempos. Son constantes las muestras que ayudan a ver la ficción como parte de la realidad que Hemingway disfrutaba durante sus numerosos viajes a Pamplona. Un libro y un legado que nos sirve para comprender una época y una forma de vida. Con ello podemos entender a aquellos americanos que vivían intensamente la vida en la Francia y España de la primera mitad del siglo XX. 
Una historia que puso a Pamplona y a los Sanfermines en el mapa internacional para millones de personas. En definitiva, se trata de una obra fundamental del pasado siglo.
Carteles anunciadores de la película. Versión original y en castellano.

Heminway se mostró muy crítico con la versión cinematográfica pero el éxito que tuvo apaciguó su ánimo. En España no se estrenó hasta 20 años después por problemas con la censura de la dictadura franquista.

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lunes, 19 de marzo de 2018

Batallas de una ambulancia. Narrativa.


Batallas de una ambulancia es un libro basado en hechos reales: 29 avisos que vive un equipo de emergencias. Batallas ganadas, perdidas y todas peleadas por el personal sanitario de una UVI Móvil relatadas en primera persona por el autor.
A través de una narrativa humanista, clara, realista y alejada del morbo y chascarrillo, Alberto nos coge de la mano para acercarnos al borde de una camilla donde nos muestra sin tapujos lo que allí sucede.
Vida y muerte como las dos caras inevitables de la moneda que es vivir. Emociones a flor de piel, lágrimas que dan paso a esperanza e ilusión y de las que el autor, junto a 35 colaboradores, sacan conclusiones de vida útiles y prácticas, basadas en la realidad que algún día nos puede tocar vivir a cualquiera.


Leerle es agrietarse, y dejar entrar la luz y salir los recuerdos, y volver a una niñez de golpe, y hacerse viejo sin darse cuenta… dice la periodista Merce Roura de su lectura, empecé este libro esperando encontrarme con lo que una persona siente cuando se enfrenta a lo que el resto de los mortales pasamos la vida intentando evitar. Pensaba que sería una sucesión de formas de verle la cara al dolor, a la parte desagradable, al lado oscuro, a la miseria, a la rabia y a la frustración…qué equivocada estaba. Resulta que esperaba un libro de penas y lamentos y me encontré un canto a la vida.

Entrevista en la cadena de radio SER, el 13.03.2017:

Alberto Luque Siles nació en Villanueva de Algaidas (Málaga), en julio de 1972, actualmente vive en Toledo. Enfermero por la Escuela Universitaria de Enfermería de Ceuta el año 1993, comenzó su andadura profesional en la Unidad de Hospitalización a domicilio. Ese mismo año ingresa en Sanidad Militar y tras su paso por las distintas academias pasa destinado a la Escuela Central de Educación Física y posteriormente a la Academia de Infantería de Toledo, donde ejerce como docente durante 16 años. Su paso por las FAS le lleva a la antigua Yugoslavia y a convivir con su postguerra más cruda. Desde el año 2009 ejerce como enfermero de emergencias en la UVI Móvil de Alcázar de San Juan. Su pasión por la emergencia le ha llevado a una continua formación y participación como ponente en múltiples charlas, cursos y congresos. Batallas de una ambulancia es su primer libro de relatos, muchos de ellos tuvieron una calurosa acogida en redes sociales.
Alberto tiene Facebook y Blog

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jueves, 15 de marzo de 2018

Enfermeras en la Gran Guerra. En el centenario. (IV)

Tomando precauciones para cuidar.
Durante la Gran Guerra, las enfermeras utilizaban pequeñas aves “mascotas”  en éste caso canarios, para detectar la presencia de gases (armas químicas) en las zonas cercanas a los trenes hospitales y así poder tomar las precauciones oportunas, entre otras, colocarse a tiempo las máscaras protectoras.
Enfermeras con canarios para detectar gases tóxicos y 
poder protegerse a tiempo. Foto coloreada.
Porqué los canarios, pues porque son muy sensibles a la falta de oxígeno o a la presencia de gases tóxicos. Lo habitual es que el canario cante, y siempre y cuando el canario cantara significaba que no había ningún peligro, pero si el canario dejaba de cantar y se desvanecía, significaba que había que evacuar la zona inmediatamente ya que posiblemente había presencia de gases tóxicos y sus vidas estaban en peligro.

Las armas químicas son aquellas que se basan en las propiedades tóxicas de determinadas sustancias químicas capaces de alterar la fisiología de los seres vivos, causando graves daños o incluso la muerte. Dichas “sustancias químicas” reciben la denominación técnica de ‹‹agentes químicos››, los cuales, junto con el sistema de lanzamiento y dispersión, configuran el arma química.
Este tipo de armas ya eran utilizadas desde la Antigüedad, aunque es en éste conflicto cuando comenzo su uso generalizado.
Mascara antigás de la Gran Guerra.
Y así llegaron a utilizarlos tanto alemanes como franceses en varias ocasiones aunque finalmente su uso más conocido y efectivo en la Gran Guerra fue el “gas mostaza”, desarrollado por el químico alemán Fritz Haber, e introducido en julio de 1917, poco antes de la Tercera Batalla de Ypres. El gas mostaza no fue diseñado para ser un agente letal, aunque en altas dosis lo era. Era un arma química de tipo vesicante, pensado para incapacitar al enemigo, y para contaminar el campo de batalla. Sus efectos eran por contacto y por inhalación. Producían graves quemaduras en la piel, llegando incluso al hueso y graves daños en las vías respiratorias, que causaban la asfixia y en algunos casos la muerte. 

Más información y fuentes:


miércoles, 7 de marzo de 2018

En el día internacional de la mujer.


Aunque en esta página la reivindicación no es una característica, es una evidencia que la profesión enfermera cuenta con un 85% de mujeres, y que por ello a diario está expuesta a comentarios y estereotipos machistas.


Nuestra profesión requiere una alta cualificación con una formación universitaria de cuatro años y dos de especialidad. Nuestro trabajo consiste en cuidar y curar a las personas con necesidades en salud y NO en escuchar impertinencias de otros sanitarios o pacientes.

Más información y fuentes:
El texto de la imagen está tomado de una campaña informativa del Consejo General de Enfermería de España. Si no recuerdamos mal del año 2005.
Foto de:



domingo, 4 de marzo de 2018

Enfermeras japonesas en sesión de entrenamiento. 1937.

Es sabido que las diversas culturas dejan huellas en la formación de sus distintos profesionales. La Cruz Roja es una organización internacional con perfiles profesionales diversos, dependiendo del tipo de necesidad al que hay que asistir.  También obedecen a las circunstancias propias del país del que se trate y del momento histórico.

Entrenamiento físico con tiro con flechas. Foto de Nihon Kobo. 1937.
En este caso hablamos de sanitarios y más concreto de enfermeras, pues además de su formación en la materia propia de su profesión en las necesidades de salud, también incorporan a su formación aspectos de sus culturas y digamos que en éste caso un componente cuasi militar que puede sorprendernos. 

Sesión de entrenamiento físico con mascaras antigases. Foto de Nihon Kobo. 1937.
Pero que entendemos si nos situamos en el momento y ambiente bélico que vivía Japón entre 1937 y 1945, primero en la denominada Guerra del Pacifico, en la que el conflicto era con China y La Unión Soviética y posteriormente acabarían con la entrada en la Segunda Guerra Mundial.

Sesión de práctica clínica. Foto de Nihon Kobo. 1937.

La implicación en la atención era de un nivel impensable y su exigencia era tal que tenían que acompañar de forma cercana a los posibles pacientes, como vemos en la foto, seguían a los soldados a las mismas líneas de fuego, y poder atender de forma inmediata a los heridos. Evidentemente el riesgo que asumían con esa actitud es fácil de imaginar.


Enfermeras acompañando a los soldados en el campo de batalla. 
Segunda Guerra Mundial.

Más información y fuentes: