miércoles, 29 de diciembre de 2021

Maureen O'Hara, enfermera en "Rumbo a las playas de Tripoli". 1942

Sinopsis de "To the Shores of Tripoli" por su título original: Chris Winters es un despreocupado conquistador que se ve obligado a alistarse en la Marina estadounidense. Una vez dentro de su pelotón tendrá varios encontronazos con su sargento, el oficial Dixie Smith. La dura instrucción en el cuartel le hará buscar refugio en la relación que mantiene con la enfermera Mary Carter (Maureen O'Hara), bella mujer de la que se enamora.

Maureen O'Hara en el papel de enfermera en "To the Shores of Tripoli"

Título: Rumbo a las playas de Trípoli (Drama bélico)

Título original: To the Shores of Tripoli

País: Estados Unidos, Año 1942

Duración 110 minutos Guión: Lamar Trotti

Intérprete: Maureen O'Hara , John Payne , Randolph Scott , Nancy Kelly , William Tracy

Productora: Twentieth Century Fox

Director: H. Bruce Humberstone

Cartel anunciador de la película. 

Maureen FitzSimons nació el 17 de agosto de 1920 en Ranelagh, un suburbio de Dublín. Su madre, Marguerita fue una dotada contralto y su padre, Charles, tenía un negocio en Dublín y además era copropietario de un equipo de fútbol, los Shawrocks Rovers. Maureen era la segunda de sus seis hijos. De pequeña demostró carácter desde sus años mozos, pues gustaba de figurar en los juegos y deportes atléticos de los chicos y además poseía una gracia natural para actuar. De tal modo fue así que, tras participar en programas de radio y teatros infantiles, ganó un premio para actuar en el teatro y a los 14 años fue admitida en el prestigioso Abbey Theater de Dublín. En 1938, Maureen O'Hara participó en su primera película, el musical Kicking the Moon Around, con un pequeño papel de secretaria. Su importancia creció en su siguiente film, My Irish Molly. Y después su vida cambió para siempre. Acudió a un casting en el que estaba presente el gran actor inglés Charles Laughton, y tras ver a la joven FitzSimons quedó materialmente hechizado. La fichó para participar en la película dirigida por Hitchcock, pero antes de rodar, el protagonista de testigo de cargo le cambió el apellido a la actriz, y pasó de ser Maureen FitzSimons a ser Maureen O'Hara. A partir ese ese momento la carrera de Maureen O'Hara se sitúa en Estados Unidos. Allende los mares fue para rodar su siguiente película, también con Laughton “Esmeralda la zíngara” (1939). Hollywood quedó maravillado con la belleza de esa gitana irlandesa y los buenos papeles comenzaron a llegar,  no había cumplido aún los 20 años. Por esa época comenzaron los amores de la actriz, ya que se casó por vez primera, aunque el matrimonio sería anulado dos años después. Seguidamente volvió a casarse, aunque esta vez con el director Will Price. Sin embargo, el matrimonio también fracasó y la pareja se divorció en 1953, con una hija. Muchos años después, en 1968, parece que Maureen O'Hara encontró por fin al hombre de su vida, un general del ejército con el que estuvo casada hasta su muerte en 1978. 

Maureen O'Hara y John Payne  en la película de 1942 "To the Shores of Tripoli"

Las décadas 40 y 50 fueron las de mayor éxito de Maureen O'Hara y su rostro se convirtió en uno de los reclamos para el público. En 1941 encontró al otro John de su vida, al director que le ofrecería sus mejores papeles. En “Que verde era mi valle”, la actriz dio vida a la hermana mayor de una familia de mineros de Gales, en uno de esos papeles “maternales” que tanto agradaban a John Ford. A lo largo de su carrera volvería a trabajar con este director otras cinco películas, las cuales se encuentran sin duda entre los más granado de su filmografía. Son muchas las películas en las que actuó, particularmente la que más he visto es “Esta tierra es mía” con su descubridor Laughton. A partir de 1973 ya sólo intervendría en televisión  hasta su final en el telefilm "El último baile" en el año 2000. Maureen residió mucho tiempo retirada en una pequeña localidad de las Islas Vírgenes. Falleció a los 95 años mientras dormía.

Más información y fuentes:

http://filmnoirphotos.blogspot.com/2012/11/oh-nurse-maureen-ohara.html

https://www.filmaffinity.com/es/film611579.html

https://www.sensacine.com/peliculas/pelicula-51915/

https://kiwillet.blogspot.com/p/hd-rumbo-las-playas-de-tripoli-1942.html

https://www.elmundo.es/television/programacion-tv/peliculas/7748353_rumbo-a-las-playas-de-tripoli.html

https://decine21.com/biografias/maureen-ohara-8468

https://descargacineclasico.net/rumbo-a-las-playas-de-tripoli-1942/



viernes, 24 de diciembre de 2021

La vacuna. Diego Rivera. Un mural en Detroit. 1931

La obra refleja la motivación del autor en plasmar la realidad social bajo su ideología marxista, similar a las obras del arte realista soviético, Rivera utiliza hábilmente una supuesta obra de motivo clásico “el nacimiento de Jesús de Nazaret” dónde los personajes adquieren otra dimensión, la ciencia toma el lugar de la divinidad y los personajes representan a individuos de la sociedad real. De esta forma la obra presenta la vacunación de un niño en un laboratorio, un medio de trabajo científico y dónde los personajes tradicionales adquieren un protagonismo moderno; el niño a quien vacunan es Jesús, su pelo rubio simula la aureola, el médico que lo vacuna es San José y la enfermera es la Virgen, la cofia le sirve de aureola. En ese ambiente lleno de probetas, de serpentinas y tubos de ensayo, están los animales del pesebre, que además son los que facilitan los productos de la inoculación para la vacunación y por supuesto también están los Reyes Magos, representados por tres científicos que trabajan en el fondo de la escena.

Diego Rivera, 1886/1957, fue un destacado muralista mexicano de ideología comunista, famoso por plasmar obras de alto contenido social en edificios públicos. Casado en su tercer matrimonio con Frida Kahlo, fue creador de diversos murales en distintos puntos del ahora llamado Centro Histórico de la Ciudad de México, así como en la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo,​ y en otras ciudades mexicanas como Cuernavaca y Acapulco, y extranjeras como Buenos Aires, San Francisco, Detroit y Nueva York.

 La Vacuna, del mural de Detroit. Diego Rivera. 1931.

En 1932, el director del museo, William Valentiner, y Edsel Ford comisionaron a Rivera para pintar dos murales para el museo, con la única condición que retratara la historia de Detroit y de la industria automotriz. El trabajo fue financiado por Edsel Ford, hijo de Henry Ford y presidente de la industria automovilística que lleva su nombre y un mecenas del arte.

Por petición de Rivera, la obra se extendió a 5 murales que abarcan más de 447 metros cuadrados, pintados al fresco. Fueron llamados: “La industria de Detroit, o el hombre y la máquina” y fueron objeto de una amplia controversia artística y política. Rivera fue uno de los líderes del movimiento muralista mexicano, era marxista y usaba los murales como medio de trabajo porque creía que el arte pertenecía al público y no a las galerías privadas. En sus frescos en el Instituto de Artes de Detroit, considerados como su obra maestra, muestra la esencia de Detroit como ciudad industrial. Sus imágenes son íconos, llenas de símbolos y muy complejas con una visión de la industria planteada según las ideas de Rivera que contienen un punto de vista social y político. 

 Diego Rivera con su esposa Frida Kahlo. 1933. Foto Cordon Press.

Allí estaban radicados los tres grandes de la industria automotriz: Ford, General Motors y Chrysler. Pero además existían fábricas de aviones, industrias de químicos y se encontraban Los Laboratorios Parke-Davis, uno de los más grandes de la industria farmacéutica que en aquel entonces producía antitoxinas y vacunas como la de la difteria, tétanos y viruela; así como también fue una de las compañías que participó en la producción de la vacuna del polio de Salk en la campaña de vacunación en la década de los años 50. Así era el Detroit de los años treinta que fue retratado por Rivera en los murales, no sin antes haberse documentado muy bien y haber visitado la fábrica de autos y aviones de Ford, Parke-Davis y la Chrysler, entre otras industrias. Esto explica la inclusión de la escena de “La Vacuna” en los murales, lo que habla de una mente avanzada, ya que si bien tuvo la oportunidad de palpar lo más desarrollado del momento, no es menos cierto que muy pocas vacunas eran comercializadas y mucho menos común era vacunarse. Las escenas del mural son ricas en figuras de trabajadores, aviones, máquinas gigantes, enfermeras, médicos, mujeres desnudas, hombres con máscaras anti-gas, e incluso aparece el artista, Valentiner y Ford y obreros de las fábricas, entre otros conocidos. 

 Pared norte de “Industria de Detroit”, de Diego Rivera.

 Instituto de Artes de Detroit, EE.UU.


Rivera representó el proceso de la fundición del hierro y el acero, la fabricación de las partes y el proceso de ensamblado del automóvil donde los obreros y las máquinas son un elemento primordial. Sus personajes eran de distintas nacionalidades y razas. También representó a la industria farmacéutica, química, aeronáutica y siderúrgica.

"La Vacuna" fue muy criticada en su momento por la comunidad católica, quienes lo calificaban como irreligioso y blasfemo, aduciendo que era una caricatura de la Santa Familia en el establo, donde aparecen la Virgen, San José, el Niño y los 3 Reyes Magos. Rivera se defendió diciendo que incluyó a la vaca porque el origen del término “vacuna”. Otros indignados fueron los artistas americanos porque no fueron seleccionados para el trabajo. También fueron calificadas como pornografía las mujeres desnudas. Quizá lo que indignó a la población fue que Rivera planteara sus ideas marxistas en la época de la gran depresión económica, ocurrida durante la segunda y tercera décadas del siglo XX en los Estados Unidos.

Más información y fuentes:

https://es.wikipedia.org/wiki/Diego_Rivera

https://www.edder.org/?p=13460

https://diariodeunmedicodeguardia.blogspot.com/2014/10/en-tiempos-de-virus-y-vacunas-la-vacuna.html

https://www.biografiasyvidas.com/biografia/r/rivera.htm

https://miradorsalud.com/vacunacion-o-natividad-en-los-murales-la-industria-de-detroit-por-diego-rivera/ https://historia.nationalgeographic.com.es/a/diego-rivera-pintor-identidad-mexicana_14934

https://www.infobae.com/cultura/2021/01/05/la-belleza-del-dia-industria-de-detroit-de-diego-rivera/


domingo, 12 de diciembre de 2021

Enfermeras con gafas de protección administran de Luz Finsen. 1900.

Ya los médicos de la Grecia clásica decían que sus enfermos se podían beneficiar de la exposición moderada a la luz solar. Avicena, médico persa, en el siglo X comentaba los beneficios que reportaba tomar el sol con moderación. A mediados del siglo XVIII, fueron médicos franceses quienes pudieron comprobar los efectos beneficiosos del sol en enfermos con infecciones de piel. A partir de entonces se potenció las estancias en los balnearios, en los que se anunciaban los beneficios de la luz solar, siempre que el exceso no echara por tierra los beneficios reales que los baños de sol moderados. Aunque no sería hasta finales del siglo XIX cuando el médico danés Finsen alcanzó la fama por sus investigaciones sobre los efectos fisiológicos de la luz con enfermos de viruela al someter las lesiones a radiaciones lumínicas rojas, evidenciando así que los rayos de luz de este color ayudaban a mejorar las lesiones de los pacientes. Halló así las propiedades estimulantes de los rayos violeta y ultravioleta e ideó una lámpara eléctrica de arco voltaico, conocida como luz o lámpara de Finsen, y al tratamiento finsenterapia. Tras su éxito Finsen dirigió una pequeña clínica basada en sus propias investigaciones y fue reconocido con el premio Nobel, a pesar de que Finsen no pudo dilucidar si la mejoría era debida a la acción bactericida o al propio efecto de los rayos ultravioleta sobre los tejidos. La finsenterapia supuso un gran avance terapéutico y sentó las bases de la moderna fototerapia.

Enfermeras, protegidas con gafas para la luz ultravioleta, en el control de la finsenterapia. Instituto Finsen, aproximadamente 1900. 

Niels Ryberg Finsen  (1860-1904), fue un médico natural de las islas Feroe, se interesó por el  efecto benéfico de la luz solar para mejorar o aliviar ciertas dolencias. La mejoría que la exposición al sol producía en las lesiones cutáneas producidas por la viruela, por ejemplo, ya era conocida. El progreso de las ciencias físicas a finales del siglo XIX permitió analizar las causas de este efecto beneficioso y aplicarlo de forma selectiva y científica. eran los primeros pasos de lo que posteriormente ha terminado siendo la fototerapia. Finsen estudió y aplicó los efectos de la luz sobre ciertas lesiones, de tal modo que en esta época a éste nuevo tratamiento no se le llamó fototerapia, sino finsenterapia. La primera fuente de luz fue para Finsen el sol. Observó que los pacientes de viruela mejoraban al exponerse moderadamente al sol, pero empeoraban si se exponían durante largo tiempo. Estudió entonces la composición de los rayos solares y pudo demostrar que la banda de luz ultravioleta tenía efectos negativos sobre la viruela, mientras que la luz infrarroja era beneficiosa. A partir de 1894, propuso el tratamiento de la viruela mediante filtros de luz. 

Enfermeras con gafas de protección administran el tratamiento de Luz Finsen en el London Hospital. 1900.


Más tarde observó que en cambio, el lupus vulgar, de origen tuberculoso, mejoraba precisamente al exponerlo a la luz ultravioleta. Al principio, concentraba la luz solar mediante lentes, eliminando la radiación infrarroja mediante filtros absorbentes (una solución amoniacal de sulfato de cobre). Posteriormente intentó usar sólo la luz ultravioleta, reemplazando las lentes de cristal por lentes de cuarzo. Los frecuentes casos de lupus vulgar, de origen tuberculoso, le parecieron particularmente indicados para aplicar su técnica pues, por una parte es sabido que el lupus vulgar está causado por el bacilo tuberculoso, que es una enfermedad local y con frecuencia bastante superficial y por otra parte es conocido que la luz es capaz de matar los bacilos tuberculosos.

La lámpara de Finsen fue inventada por el danés que lleva su nombre para el tratamiento de diversas afecciones por medio de la radiación ultravioleta. Fue empleada para casos de raquitismo y enfermedades dermatológicas.


Finsen dirigió una pequeña clínica de fototerapia, basado en sus propias investigaciones. Publicó sus resultados preliminares en 1897. La gran incidencia de casos de tuberculosis cutánea que se registraban en aquel momento y para los que no existía en aquel entonces ningún tratamiento eficaz,  hizo que este trabajo fuera acogido con gran expectación. Cuando asistió al Congreso Internacional de  Dermatología de París en 1900 para comunicar una experiencia más amplia, fue acogido casi como un héroe. En 1903 le otorgaron el Premio Nobel de Medicina, como padecía una pericarditis constrictiva crónica,  no pudo ir personalmente a recoger el premio, y comentó cuando se lo comunicaron: "Me lo han dado este año porque el año próximo ya será muy tarde". Y efectivamente, el año siguiente falleció a los 44 años de edad.  A pesar de que Finsen no pudo dilucidar con exactitud si la mejoría de los enfermos era debida a la acción bactericida o al propio efecto de los rayos ultravioleta sobre los tejidos, la finsenterapia constituyó un gran avance terapéutico y sentó las bases de la moderna fototerapia.

Más información y fuentes:

https://www.hidden-nature.com/niels-ryberg-finsen-fundador-de-la-fototerapia/

https://www.historiadelamedicina.org/finsen.htm

http://xsierrav.blogspot.com/2016/10/finsen-y-la-curacion-por-la-luz.html

https://www.nlm.nih.gov/exhibition/picturesofnursing/exhibition2.html

https://twitter.com/cateterdoblej/status/1063785695498649602/photo/1