jueves, 28 de septiembre de 2023

La enfermera borracha. Acuarela. Thomas Rowlandson

Las imágenes de enfermeras borrachas o desaliñadas en caricaturas como la de ésta acuarela de Thomas Rowlandson perpetuan estereotipos que posteriormente cuesta mucho esfuerzo y tiempo para hacerlos desaparecer.

Como en todo lugar, no es oro todo lo que reluce. Igual sucede en las profesiones y por supuesto en la que nos ocupa. Digamos que estos son “casos centinela”  y aunque solo suceda una vez, es necesaria su corrección inmediata, la repercusión suele ser enormemente negativa para el conjunto de la profesión.

La enfermera borracha. Acuarela. 144mmX192mm. Thomas Rowlandson 

Thomas Rowlandson nació en el barrio judío de Londres, hijo de un comerciante. Aún niño, tras dejar el colegio ingresó en la royal Academy. A los 16 años de edad se trasladó a París, donde vivió y estudió. Posteriormente viajó por el continente europeo, haciendo bocetos y tomando nota de la vida y costumbres de la gente de otros lugares.

En 1775 exhibió un dibujo titulado Dalila visitando a Sansón en prisión, y el siguiente año realizó varios retratos y paisajes. Su prometedora carrera como pintor se torció paradójicamente por un golpe de buena suerte: recibió una herencia de 7000 libras, y se aficionó tanto a jugar a las cartas que lo perdió todo. Se contaba que en una ocasión permaneció sentado jugando durante 36 horas seguidas.

La ludopatía llevó a Rowlandson a la ruina, y la necesidad de ganar dinero rápido le abocó a centrarse en la producción de caricaturas satíricas. Asociado al editor Rudolph Ackermann diseñó numerosas ilustraciones, mayormente humorísticas, que le hicieron muy popular. Su primer gran éxito fue la serie sobre El maestro de escuela (Dr. Syntax), una narración humorística en verso escrita por William Combe. Este personaje, que por su idealismo y aspecto peculiar recuerda a Don Quijote, se dio a conocer en 1809 en una versión ilustrada por entregas, y a raíz del éxito alcanzado el editor Ackermann publicó en 1812 una versión mejorada en formato de libro, con 30 grabados de Rowlandson. A este primer relato (El 'tour' de Dr. Syntax en busca de lo pintoresco) le siguieron dos secuelas: Dr. Syntax en busca de consuelo (1820) y En busca de una esposa (1821). Ambas se produjeron igualmente gracias a la colaboración del escritor Combe y de Rowlandson. Si bien el artista abordó la crítica política como lo había hecho Hogarth, esta faceta no fue prioritaria en su producción. Mayor relevancia tienen sus ilustraciones eróticas, tan explícitas que son calificadas de pornográficas. En 1814-16 creó una versión humorística y actualizada (inglesa, según su título) de la “Danza de la Muerte”, tema de origen medieval que se había hecho popular en el siglo xvi por varias series grabadas como la de Hans Holbein el Joven.

Acuciado por sus continuas estrecheces económicas, Thomas siguió diseñando numerosas ilustraciones, ya con una calidad decreciente. Al contrario que la mayoría de los ilustradores europeos del siglo xix acostumbraba a grabar personalmente sus planchas, si bien el resultado final era producto de un trabajo en equipo. Rowlandson grababa al aguafuerte las líneas principales, y otros grabadores especializados añadían retoques a la aguatinta, una vez estampadas, las hojas eran coloreadas a mano, con lógicas variaciones de tonos pero respetando las pautas marcadas por el autor y el editor.

En la segunda acuarela se puede ver a una boticaria y su ayudante produciendo lociones para los ojos a partir de sus propias orinas.



Más información y fuentes:

https://es.wikipedia.org/wiki/Thomas_Rowlandson

https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Thomas_Rowlandson_-_The_Drunken_Nurse_-_Google_Art_Project.jpg


jueves, 14 de septiembre de 2023

Enfermera en la revista cubana Bohemia.

Suponemos que se trata de una publicación del primer cuarto del siglo XX, cercana al conflicto bélico de la I Guerra Mundial, circunstancia en la que la mujer y la enfermería desempeñaron un gran protagonismo. Divertimento no ha encontrado más información sobre la misma posiblemente a las dificultades de las web cubanas. Si alguien tiene acceso a más detalles sobre la portada puede facilitarlo en este muro.

La Bohemia, la más importante y antigua de las revistas cubanas, fue fundada por Miguel Ángel Quevedo Pérez un 10 de mayo de 1908 justo en los primeros años de la República. En sus inicios apareció como una revista semanal ilustrada con un fuerte arraigo de otras publicaciones como por ejemplo La Ilustración Española o L’Illustration de Francia. Pero pronto fue perfilando su contenido literario y cultural hasta convertirse en un magazine más ameno con espacio para los sucesos importantes de la época.

 Enfermera. Portada de la revista cubana. 

Su primer gran salto editorial se dio a partir de 1914 cuando comenzó a utilizar portadas con el proceso fotográfico conocido como tricromías (fue la primera publicación en hacerlo en Cuba) y aumentó a 40 sus páginas. Marta Rojas, Enrique de la Osa y Agustín Tamargo, han sido algunos de sus periodistas.


La crisis económica de la década del 20 supuso momentos oscuros para Bohemia, pero en 1926, cuando las tiradas se habían reducido a 4,000 ejemplares, hubo un cambio generacional y la dirección quedó a cargo del hijo del fundador, Miguel Ángel Quevedo y de la Lastra, quien se encontró con una situación nacional compleja provocada por Gerardo Machado. El semanario Bohemia decidió tomar partido contra su Gobierno y comenzó a criticar los avatares de la política cubana.

A partir de ese momento, Bohemia -cuyo nombre proviene de la famosa ópera La Bohème de Giacomo Puccini- se convirtió en la primera publicación cubana y latinoamericana en acoger en sus páginas la problemática nacional. Además, resaltó por mantener una crónica social muy activa, promoviendo concursos de belleza, competencias populares de las más diversas índoles, sorteos y encuestas, entre otros muchos temas ofrecidos a sus lectores.

Esta popularidad se reflejó en el volumen de su tirada: de 4000 ejemplares en 1926 pasó a 125, 000 en 1958. En ese entonces, hubo una revista por cada 21 cubanos.

Bohemia era la voz de Cuba y como sirvió de puente para el fervor popular que buscaba derrocar al gobierno de Fulgencio Batista. Desde sus páginas (con dinero del Movimiento 26 de julio) se tejieron mitos y leyendas, se amplificaron voces y el pueblo corrió en conga ante el patíbulo.

Como testigo excepcional de esos días, la Revista Bencomo conversó con el exitoso empresario Miguel Cruz Pereza, miembro de la Brigada de Asalto 2506, historiador e incansable luchador por la libertad de Cuba. Siendo uno de los grandes patriarcas del exilio histórico, aún resuena en la banda sonora de toda una generación su programa junto a Martha Flores Cuba ante el Exilio que tanto ayudó a los recién llegados.

“Sin dudas Bohemia fue la revista más popular de la Cuba republicana y representó todos los estratos sociales y los más diversos temas de la vida del país. Lo que no supo avizorar su director Miguel Ángel Quevedo de la Lastra fue que, al poner todo un mecanismo de propaganda en manos de las huestes de Fidel Castro, la sonada edición del Día de la Libertad -que contó con una tirada récord de un millón de ejemplares- impulsaría como nunca su popularidad. Años después, en su exilio en Miami, Miguel Ángel Quevedo se suicidaría dejando una dolorosa carta testamento como mea culpa de su actuar en favor del dictador Fidel Castro”. Bohemia se siguió editando en Cuba después de 1959 pero perdió toda la frescura y sobre todo la independencia editorial que la hizo tan audaz y popular, siendo por más de 60 años un portavoz más del régimen de Castro y del Partido Comunista en el poder.


Más información y fuentes:

https://es.wikipedia.org/wiki/Revista_Bohemia

https://www.revistabencomo.com/edicion-octubre-2020/la-bohemia-una-revista-de-todos

http://www.lajiribilla.co.cu/2008/n366_05/366_26.html