viernes, 1 de marzo de 2024

Enfermera turca de la media luna roja. 1930

Como se puede apreciar los uniformes son al estilo occidental propios de la nueva política de la República turca tras su formación en 1923.

La media Luna Roja o solamente Kızılay es la organización turca equivalente de las organizaciones nacionales de Cruz Roja, al igual que en la mayoría de los países del mundo islámico.

Enfermera turca de la media luna roja. 1930. 

Turquía es una república democrática, secular, unitaria y constitucional, cuyo sistema político fue establecido en 1923 bajo el liderazgo de Mustafa Kemal Atatürk, el más destacado miembro del Movimiento Nacional turco, tras la caída del Imperio otomano y la ocupación de Constantinopla, como consecuencia de la Primera Guerra Mundial, ante la perspectiva de la partición del imperio otomano. Desde entonces, Turquía se ha relacionado cada vez más con Occidente por medio de la afiliación a organizaciones como el Consejo de Europa (1949), la OTAN (1952), la OCDE (1961), la OSDE (1973) y el G-20 (1999).

Como hemos visto una de sus características es la de republica “secular” término que se utiliza para denominar al Estado que ha adoptado el laicismo y funciona de manera independiente de cualquier organización o confesión religiosa o de toda religión, a diferencia de los Estados confesionales,​ y en el cual las autoridades políticas no se adhieren públicamente a ninguna religión determinada y en el cual las creencias religiosas no influyen sobre la política nacional.

Enfermera turca de la media luna roja. (2)

Las autoridades turcas han alardeado siempre del laicismo del estado y por ello en los organismos estatales y en el vestir de los funcionarios no ostentan signos religiosos. En los últimos cuatro lustros con gobiernos islamistas está “en entredicho” la secularización y tanto signos como ropa, sobre todo en la mujer, está haciéndose cada vez más visibles incluso en la propia forma de vestir de las enfermeras en las que aparecen con el pelo oculto, solo hay que buscar en internet.

Más información y fuentes:

https://es.wikipedia.org/wiki/Turqu%C3%ADa

https://www.facebook.com/photo/?fbid=7490431244357088&set=g.1692223041030165

https://twitter.com/NurayBLGL1/status/1760605059753148833/photo/1


miércoles, 24 de enero de 2024

Una enfermera de la Cruz Roja le dando medicamento a un sobreviviente de un campo de concentración liberado de la II Guerra Mundial. 1945

Cada año, en torno al 27 de enero, la UNESCO rinde tributo a la memoria de las víctimas del Holocausto y ratifica su compromiso de luchar contra el antisemitismo, el racismo y toda otra forma de intolerancia que pueda conducir a actos violentos contra determinados grupos humanos. El 27 de enero se conmemora la liberación en 1945 por las tropas soviéticas del campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau. Esa fecha fue oficialmente proclamada, en noviembre de 2005, Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto.

Una enfermera de la Cruz Roja le da una cucharada de medicamento a un sobreviviente de un campo de concentración liberado de la Segunda Guerra Mundial. 1945 


El Holocausto no solo afectó profundamente a los países donde se cometieron crímenes nazis, sino que también repercutió en muchos otros lugares del mundo. Siete decenios después de los hechos, los Estados Miembros comparten la responsabilidad colectiva de abordar los traumas remanentes, mantener medidas que permitan una conmemoración eficaz, cuidar de los lugares históricos y promover la educación, la documentación y la investigación. Esta responsabilidad obliga a educar sobre las causas, las consecuencias y la dinámica de tales delitos, así como a fortalecer la resiliencia de los jóvenes contra las ideologías de odio. Debido a que los genocidios y otros crímenes atroces siguen ocurriendo en varias regiones del mundo, y como estamos presenciando un aumento mundial del antisemitismo y de los discursos de odio, esto nunca ha sido tan relevante.

Más información y fuentes:

https://es.wikipedia.org/wiki/D%C3%ADa_Internacional_de_Conmemoraci%C3%B3n_en_Memoria_de_las_V%C3%ADctimas_del_Holocausto

https://www.unesco.org/es/days/holocaust-remembrance

http://www.elcajondegrisom.com/2018/11/la-cruz-roja-internacional-durante-la.html

https://www.nieuwsplein33.nl/nieuws/3681592/delegatie-gemeente-leusden-bezoekt-voormalig-concentratiekamp-neuengamme

https://www.nursebuff.com/vintage-nurses/

 

jueves, 18 de enero de 2024

Sofía Casanova enfermera y corresponsal de guerra.

Sofía Casanova (1861-1958) nació en la provincia de A Coruña el 30 de septiembre de 1861 en una familia que se convirtió pronto en monoparental. Su madre la empujó a escribir al descubrir su talento. Empezó con poesía y con algún poema publicado en el Faro de Vigo. Se trasladaron a Madrid y todo eclosionó, la joven gallega comenzó a frecuentar las tertulias literarias del Marqués de Valmar, en la calle Cervantes, y de Ramón de Campoamor, que se convirtió en su protector. También a escribir con más fuerza y durante más tiempo e incluso convenció, a principios de 1885, al entonces rey Alfonso XII para que financiara uno de sus poemarios. En uno de los salones donde se practicaba la mundanidad conoció a su futuro marido, el filósofo polaco Wincenty Lutoslawski, que andaba por esos lares recogiendo datos para un estudio sobre el pesimismo en Europa y con quien se casaría muy joven, quedando ipso facto y en sus propias palabras “súbdita del zar de Todas las Rusias”. Tuvo cuatro hijas y terminó repudiada por su marido, que no le perdonaba no alumbrar un hijo varón que liberase a la oprimida Polonia, en una réplica de la historia de su propia madre, abandonada por el marido cuando Sofía y sus hermanos eran pequeños. Corresponsal de ABC durante medio siglo, sus crónicas, casi 600 entre 1914 y 1944, sorprenden por su agudeza, penetración, los detalles y el colorido propios de un verdadero animal de la trinchera informativa. El estallido de la Gran Guerra le sorprendió en Varsovia junto a su marido y sus hijas. Tras ofrecerse voluntaria como enfermera para la Cruz Roja decidió escribir al periódico sobre lo que estaba viviendo, tras leer aquellas líneas, el director, Torcuato Luca de Tena, se apresuró a publicarlas y le ofreció un trabajo como corresponsal para Europa oriental, y fue el único personaje español que vivió en sus carnes la tragedia rusa y centroeuropea que prendió como una tea hasta llegar a las fronteras.

Sofía Casanova fue enfermera de la Cruz Roja y corresponsal de guerra para el periódico ABC durante la Primera Guerra Mundial.

Fue corresponsal de ABC durante medio siglo, sus crónicas, casi 600 entre 1914 y 1944, sorprenden por su agudeza, penetración, los detalles y el colorido propios de un verdadero profesional de la trinchera informativa. Arrastrada por los acontecimientos, ejerció de enfermera, madre feroz, superviviente y fue el único personaje español que vivió en sus carnes la tragedia rusa y centroeuropea que prendió como una tea hasta llegar a las fronteras. Permaneció en Varsovia un año desde su estallido, contando todo lo que veía en el hospital, criticando las armas químicas y avivando sus convicciones pacifistas. Así relató su experiencia con el primer paciente muerto:

"Tiene la cabeza destrozada y sus manos se enfrían en mis manos. Me arrodillo y rezo por él, por los que no han de verle más… Entra un pope y le bendice, muere entonces. He visto muchos muertos y agonizantes después. Aquel primero es inolvidable y su recuerdo me duele. No sé quién era; no sabrá nunca su madre cómo murió, que no murió solo". 
También contaba cómo estaban los heridos que llegaban a su hospital en 1915: "¡Congestionadísimo el rostro, cárdenos, abrasados los labios, fríos los pies, hinchada la garganta y el pecho, tosían, arrojaban sangre por la boca y el estertor estremecía por momentos los cuerpos exánimes quemados por la fiebre!".

El avance de las tropas alemanas y el miedo por su vida y la de su familia le hizo comprar billetes de tren que les llevaron a Minsk, luego a Moscú y más tarde a San Petersburgo. Fue en Rusia donde vivió cómo el mundo se daba la vuelta. A su llegada, la dinastía Romanov ya estaba en declive y el país se preparaba para la revolución. Ella siguió informando de todo lo que ocurría en las páginas del ABC. Contó el asesinato de Rasputín el 30 de enero de 1916. Vivió el Golpe de Estado de Lenin y llegó incluso a entrevistarse con Trotski. Durante las revueltas en Rusia, Sofía recibió de forma accidental un golpe que le produjo problemas de visión de los cuales nunca llegó a recuperarse del todo. 

Foto coloreada con la aplicación Colorize por Divertimento.

Tras un largo tiempo de silencio, su familia la llegaron a considerar muerta, volvió con fuerza cuando en 1917 al estallar las revueltas rusas. Tras recibir un golpe durante un tiroteo callejero perdió parte de su vista y reforzó su entusiasmo. Al principio, la escritora y corresponsal recibió la revuelta con alegría, el pueblo despertando ante un estado autoritario y absoluto. "Fuerzas juveniles, risas de obreros van trazando las líneas del edificio que ha de sustituir al desplomado, y van reuniendo los materiales, los mármoles para que sólo albura tenga la Acrópolis de la libertad", escribe en esos meses de 1917, pero la euforia no dura mucho. Poco tiempo después habló de exceso de confianza por parte de esa juventud, de un "infantil contento" y mencionó a los anarquistas y bolcheviques como los grandes problemas de este cambio y los que no permitirán la libertad del pueblo. "Los de Lenin son las bestias de la esclavitud convertidas en fieras hambrientas. No saben nada del mundo, ni de los hombres ni de Dios. Se les empujó a una revolución libertaria y utópica, que les entrega las tierras de los ricos, y se les ha puesto armas en las torpes manos", escribiría.

Decidió regresar a España en 1919, "casi ciega y en la miseria", pero como una heroína. Su ciudad, A Coruña, y otras muchas gallegas le rindieron homenaje. Además, en 1925 se le concedió la Gran Cruz de Alfonso XII y se la propuso como candidata al Nobel de Literatura. Volvió a irse a Varsovia con su familia y tardó en regresar a su ciudad casi veinte años. La última vez que volvió fue a finales de 1938, durante la Guerra Civil, un viaje en el conoció a Franco y en el que se mostró partidaria a su bando. Al volver a su casa familiar, Polonia fue ocupada por los soviéticos y ella vivió como si se encontrase en una cárcel. Así lo describió: "En la catástrofe de Varsovia salimos de la casa ardiendo, habiendo perdido todo. Ni un retrato de mi madre tengo, ni nada que hable de mí a mis nietos”. Vivió en aquel país el resto de su vida. En una de sus últimas cartas escribió: "Os cansaréis descifrando mi letra, pero sabed que desde que tuve los ojos heridos en Rusia escribo con el brazo en el aire y la mano en un cartoncito, apoyada en la izquierda". Pero no dejó nunca coger el bolígrafo. Murió en la ciudad de Poznan el 16 de enero de 1958 con 97 años y como la primera mujer en cubrir un conflicto completo. Como una de las grandes de su siglo.

Más información y fuentes;

https://www.agapea.com/libros/Sofia-Casanova-mito-y-literatura-9788445323977-i.htm

https://www.ahorasemanal.es/ilustres-excluidas-rosario-de-acuna-y-sofia-casanova

https://historia.nationalgeographic.com.es/a/sofia-casanova-primera-corresponsal-guerra_15500

https://es.wikipedia.org/wiki/Sof%C3%ADa_Casanova

https://www.elindependiente.com/tendencias/cultura/2024/01/16/sofia-casanova-que-entrevisto-a-trotski-y-a-la-que-financio-alfonso-xii/


viernes, 15 de diciembre de 2023

Enfermera Brown de Jamaica. 1956

En enero de 2019 en una exposición sobre la mujer en la enfermería y la medicina en los últimos 500 años, El Real Colegio de Médicos en Londres, pedía ayuda, en este caso a las enfermeras, para poder identificar a la 'Enfermera Brown de Jamaica', cuyo retrato formaba parte de la exposición en aquel año. Es probable que la enfermera, pintada por la artista Irene Welburn, residente en Birmingham, alrededor de 1956, llegara al Reino Unido desde el Caribe después de la Segunda Guerra Mundial, pero se sabe poco más sobre ella, no sabemos qué relación hubo entre la enfermera del retrato y la pintora, eran amigas. La pintura ha planteado muchas preguntas como: "¿Sigue viva la enfermera Brown?" ¿Dónde trabajó? ¿Qué gesto está haciendo con su largos dedos, un gesto rastafari típico de Jamaica o simplemente era un gesto natural.

Enfermera Brown de Jamaica.1956

Autora Irene Weburn (1919-2000) Galería de Arte de Wolverhampton.


En 1965, más de 3.000 enfermeras jamaicanas trabajaban en hospitales de Gran Bretaña, alentadas por el gobierno de posguerra.

Con respecto a la pintora lo único que Divertimento Enfermero ha podido llegar a saber es su residencia y fecha de nacimiento y muerte (1919-2000). Si alguien consigue más información, por favor, puede aportarla en los comentarios.

Más información y fuentes: 

 https://artuk.org/discover/artworks/nurse-brown-20912

https://history.rcplondon.ac.uk/blog/hidden-history-women-medicine-curators-thoughts

https://www.instagram.com/p/CL64CR8nl5P/

https://artuk.org/discover/artists/welburn-irene-19102000

https://rcni.com/nursing-standard/newsroom/news/can-you-help-identify-nurse-brown-jamaica-143681


viernes, 1 de diciembre de 2023

La horrible y disoluta enfermera Sarah Gamp.

Existe un personaje que genera odio y repulsión dentro de la extensa bibliografía de Charles Dickens y es el de Sarah Gamp, la enfermera borracha y oportunista que escandalizó a la pulcra sociedad victoriana en la novela “Martin Chuzzlewit”. 

Este conocidísimo personaje en el mundo anglosajón de Dickens, la enfermera Gamp, tan cómicamente malvada quedó marcada en la imaginación de los lectores como borracha, hipócrita, falsa, era capaz de sacar la almohada del enfermo para colocarla en el respaldo de su asiento y echar una cabezadita. Trabajaba de matrona y cuidaba enfermos de noche para ganarse un sobre sueldo. ¿Sabía cuidar a un enfermo? Puede que sí, pero no ponía empeño en ello sino al contrario.

 

La legendaria Sarah Gamp en una ilustración de J. Clayton Clark

“Martin Chuzzlewit” se publicó por entregas entre 1843 y 1844. Para Dickens era uno de sus mejores trabajos, sin embargo no tuvo el éxito de muchos otros de sus libros. Bajo el lema del egoísmo, nos sumergía dentro de una familia llena de personajes oscuros y desoladores, liderados por el amargado patriarca del clan y la sombra de su herencia. El personaje central, Martin, que comparte nombre con su abuelo, tendrá que buscar fortuna lejos de los Chuzzlewits al enamorarse de la cuidadora de su abuelo y emigrará a Estados Unidos. 

Aunque muchos aseguraban que sólo era una caricatura de las enfermeras de la época, lo cierto es que representaba muy bien una parte de la profesión británica, sobre todo en unos años donde todavía los hospitales no estaban masificados y la mayoría prefería cuidar a sus enfermos en casa. En estos casos es cuando se llamaba a una de estas enfermeras que hacían de cuidadoras especializadas. Muchas de estas mujeres dejaban mucho que desear, pero al no estar bajo el registro de un hospital, actuaban con total libertad y sin control. Hasta el propio Dickens criticó en el prefacio de la novela en 1849 esta situación. “Es una vergüenza que los hospitales, con sus posibilidades y presupuesto, hayan dejado, en manos privadas, la mejora del cuidado de los enfermos a través de las enfermeras". Así describe Dickens al personaje en su primera aparición, en el capítulo 26, que se publicó en octubre de 1843. “Era una mujer vieja y gorda, esta señorita Gamp, con una voz fornida y ojos húmedos, con un asombroso poder para levantar sus pupilas y sólo mostrar lo blanco. Con un cuello muy pequeño, le costaba mirar más allá de sí misma, si se puede decir así, con aquellos con quienes hablaba. Llevaba siempre un vestido de color negro oxidado, la peor decisión para su trabajo, y un chal y boina a juego”. Y añade: “La cara de Mrs. Gamp, en particular su nariz, era de alguna manera roja y desbordada, y era difícil disfrutar de su presencia sin ser consciente del olor a alcohol. Como la mayoría de personas que han conseguido llegar a ser eminencias en su trabajo, ella se tomaba su trabajo con benevolencia, tanto que, a parte de sus preferencias como mujer, podía estar tanto estirada como tirada en el suelo con igual entusiasmo y deleite”.

Sarah Gamp y Betsey Prig, ilustraciones para bocetos de personajes de Dickens compilados por BW Matz, 1924

El personaje estaba basado en una enfermera real que conoció una buena amiga de Dickens, Angela Gerogina Burdett-Coutts, un personaje digno de novela ella misma a la que el rey Eduardo VII llegó a decir que era: “la mujer más remarcable de Inglaterra después de mi madre”.  Angela Gerogina fue una mujer de gran cultura, conocida por ser la heredera más rica del imperio, financió todo tipo de causas sociales. Al final de su vida, con 63 años, se casó con un americano de 29 años, escandalizando a la opinión pública, que hasta entonces la adoraba.

En la novela, Gamp aparece junto a otra enfermera, esta trabajadora de día en un hospital, pero casi igual de miserable e incompetente, Betsy Preg. Este personaje refleja bien su época porque trabajaba incontables horas por un sueldo que prácticamente la esclavizaba, lo que la obligaba a hacer cosas de las que no se enorgullecía para sobrevivir. Lo cierto es que la imagen de Gamp se hizo tan popular que, como el personaje siempre llevaba un característico paraguas negro, se empezó a llamar este tipo de paraguas “Gamp”.

En 1854 con la aparición de Florence Nightingale y su gran empeño en la formación y profesionalización, las enfermeras pusieron las bases ontológicas de una profesión que poco a poco ganaría el respeto que no habían tenido nunca. Pero fue Dickens y su señorita Gamp los que ridiculizaron el lado perverso de la profesión los que posibilitaron que se pusiesen las bases para conseguir la respetabilidad de la profesión. A veces, sólo necesitas un mal ejemplo, como en las fábulas, para hacer reaccionar a la sociedad.

No deja de ser curioso que la más célebre de los descendientes de Charles Dickens, Mónica Dickens, se convirtiera en escritora y en enfermera.

Más información y fuentes:

https://www.meisterdrucke.es/impresion-art%C3%ADstica/Harold-Copping/577287/Sarah-Gamp-y-Betsey-Prig%2C-ilustraciones-para-bocetos-de-personajes-de-Dickens-compilados-por-BW-Matz%2C-1924.html

https://cdn.britannica.com/97/171397-050-339FCDDB.jpg

https://www.larazon.es/cataluna/20200604/ejjcnsnhgvhihbt6s7ywekptge.html

https://digitalcollections.nypl.org/items/510d47de-783e-a3d9-e040-e00a18064a99

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/0/0f/Sairey_Gamp_1889_Dickens_Martin_Chuzzlewit_character_by_Kyd_%28Joseph_Clayton_Clarke%29.jpg

https://en.m.wikipedia.org/wiki/File:Sairey_Gamp_1889_Dickens_Martin_Chuzzlewit_character_by_Kyd_%28Joseph_Clayton_Clarke%29.jpg

https://es.wikipedia.org/wiki/Martin_Chuzzlewit


lunes, 20 de noviembre de 2023

Matrona en el control de salud fetal con estetoscopio de Pinard.

El estetoscopio de Pinard es una herramienta usada para auscultar los latidos cardíacos del feto durante el embarazo. Es un tipo de estetoscopio, anteriormente llamado fetoscopio,​ pero el término todavía se asocia al estetoscopio de Pinard. La campana suele ser de madera o metal y es hueca. Mide alrededor de 20 cm. Funciona en forma similar a una trompetilla acústica, amplificando el sonido. El extremo ancho se sostiene contra el vientre de la mujer embarazada, mientras la persona auscultando escucha a través del otro.



​Fue inventado por el médico obstetra francés Adolphe Pinard, en el siglo XIX y fue uno de los primeros médicos que apoyó los avances en la atención prenatal, incluida la vigilancia de la salud fetal. 

​Actualmente estos estetoscopios siguen siendo usados alrededor del mundo, particularmente por obstetras y matronas no solo de sociedades en procesos de desarrollo, sino también sigue siendo común en gran parte de Europa Estados Unidos, y aunque cada vez se va imponiendo más las ecográfias Doopler, y aparatos con técnicas con mayor definición sin embargo todavía se considera el fonendo un dispositivo útil ya que proporciona una alternativa eficaz a tecnología más costosas. Como referencia a esta circunstancia una obstetra en México describe el uso del estetoscopio de Pinard como sigue:

“A veces escuchamos la frecuencia cardíaca con el Pinard, pero si la mujer es muy sensible y le molesta que apretemos el estetoscopio de Pinard contra su vientre, entonces usamos el Doppler. Pero el Doppler frecuentemente transmite mucho ruido; se vuelve confuso. Así que mejor con el Pinard”.



Puede utilizarse para determinar la posición del feto. Para este propósito es más preciso que un dispositivo Doppler. Este último detecta los ruidos cardíacos desde lejos de su ubicación de origen. El Pinard debe ser apretado hasta ubicarse muy cerca del corazón fetal para poder detectar los latidos. Así proporciona una indicación más precisa de la posición fetal. Un enfermero, matrona o médico también puede usar la palpación y la auscultación para determinar la posición fetal. ​





Más información y fuentes:

https://es.wikipedia.org/wiki/Estetoscopio_de_Pinard

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viernes, 10 de noviembre de 2023

La enfermería en la obra de Rufi García Nadal.

Comenzamos ésta publicación sobre la enfermería en la obra de Rufi García Nadal atendiendo una sugerencia de nuestra seguidora Ross Neaves, y lo hacemos con ésta obra de la serie “Las miradas del ayer”, tomada como regencia una enfermera del año 1936 del hospital de sangre. El hospital de sangre, por definición, es un lugar que durante la guerra civil española, se destina para hacer las primeras curas, después de los bombardeos a la población civil en la retaguardia, mujeres ayudan en las ambulancias y en los servicios sanitarios, etc. Estos trabajos no eran reconocidos por la sociedad y mucho menos remunerados, y además las condiciones en las que se encontraban las mujeres eran penosas. El traje de la enfermera está tomado de una fotografía del hospital de sangre de Buitrago 1936.

Velar con amor. Acrílico sobre lienzo. 80 X 60 cm. Rufi García Nadal. 2010

Desde 2005 se encuentra realizando un estudio de investigación de la historia y evolución de la indumentaria de enfermería, desde sus orígenes, con representación de ellas en pinturas individuales que son utilizadas para el estudio en la historia de la enfermería. Aunque es mejor que lo explique la propia autora: 

"Por el simple placer de disfrutar de mis dos pasiones el arte de pintar con el arte de curar a las que estoy dedicada por completo, empecé este estudio de los distintos trajes que han identificado en la historia la profesión que hoy se conoce como enfermería. A modo de bocetos, pero cuidando los detalles del traje y colocando este en un entorno propio de su época. Es un trabajo sin prisa ni pausa, pues el recopilar detalles del mismo, teniendo la mayoría de veces, solo como fuente la palabra escrita, buscando grabados de autores de la época, porque en muchos no existía todavía la imagen impresa, a veces, un detalle del mismo poder encontrarlo me lleva horas, días ......por fin el pintarlo es como un juego, un deleite una relajación con los pinceles a modo de obra pequeña formato Dina-4 sobre papel preparado para óleo porque así decidí en su día dicho trabajo, pero siempre pudiendo llevar la información recopilada a obra grande como mi obra "el arte de amar". Esta serie por supuesto no está concluida, llevo siempre en marcha la recopilación de un nuevo atuendo distintivo de una época o un hacer en el arte de los cuidados".

Rufi García Nadal

Rufi García Nadal nace en Madrid, pero siendo niña se traslada a orillas del mar Mediterráneo, concretamente a Cartagena, donde ha residido desde entonces.
Se diploma en Enfermería por la Universidad de Murcia y se especializa en “Acreditación de Centros y Servicios Sanitarios y Socio-Sanitarios” por la Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia. Asimismo, realiza el plan de formación en Gestión Europea de Calidad para Servicios Sanitarios, acreditado por el Ministerio de Sanidad con la Agencia Española de Calidad. AEC.
Actualmente desempeña su profesión en la Consejería de Sanidad de la Región de Murcia y compagina este trabajo con la pintura, a la que está ligada desde muy joven.




De la obra colección “Trajes de Enfermería” de Rufi García subimos la recreación del Caballero Hospitalario de San Juan de Jerusalén, al que se le considera la Orden de Enfermería más importante durante la Baja Edad Media en la Europa de la época, aunque sus orígenes se remontan al siglo XI. Fue la primera Orden Hospitalaria fundada, encargada de la atención de los peregrinos que acudían a Jerusalén, pero pronto fue tornándose de carácter militar al entrar en juego las Cruzadas y la lucha contra los musulmanes.

Caballero Hospitalario del hospital San Juan de Jerusalén.

Acrílico sobre papel 24x33 cms. Cartagena 2007. Rufi García Nadal


Para su vestimenta adoptó la regla de San Agustín y comenzó a ser habitual el hábito negro de cruz de paño blanco con ocho puntas en los pertenecientes a la nueva Orden, representando así las ocho virtudes que los caballeros debían ejemplificar con sus actos cotidianos:

·        Goce espiritual

·        Vivir sin malicia

·        Arrepentirse de los pecados

·        Humillarse ante los que te injurian

·        Amar la justicia

·        Ser misericordioso

·        Ser sincero y puro de corazón

·        Sufrir la persecución con abnegación


Más información y fuentes:

https://www.artistasdelatierra.com/artistas/rufi/biografia.html

http://www.rufigarcianadal.es/

http://rufigarcianadal.blogspot.com/

https://www.artistasdelatierra.com/artistas/rufi/galeria-0-pag-2.html

https://www.aicoa.org/aicoa8822/

http://www.rufigarcianadal.es/pintura/main.php?g2_itemId=263&fbclid=IwAR1M1rEcSZBjuj7qaQ8be1N1nfL9y-B_CR8D0yh258Av3GnU_b71QWs-qUI

https://www.facebook.com/rufi.garcianadal/?locale=es_ES