Las imágenes de enfermeras borrachas o desaliñadas en caricaturas como la de ésta acuarela de Thomas Rowlandson perpetuan estereotipos que posteriormente cuesta mucho esfuerzo y tiempo para hacerlos desaparecer.
Como
en todo lugar, no es oro todo lo que reluce. Igual sucede en las profesiones y
por supuesto en la que nos ocupa. Digamos que estos son “casos centinela” y aunque solo suceda una vez, es
necesaria su corrección inmediata, la repercusión suele ser enormemente
negativa para el conjunto de la profesión.
Thomas Rowlandson nació en el
barrio judío de Londres, hijo de un comerciante. Aún niño, tras dejar el
colegio ingresó en la royal Academy. A los 16 años de edad se trasladó a París,
donde vivió y estudió. Posteriormente viajó por el continente europeo, haciendo
bocetos y tomando nota de la vida y costumbres de la gente de otros lugares.
En 1775 exhibió un dibujo titulado Dalila
visitando a Sansón en prisión, y el siguiente año realizó varios retratos y
paisajes. Su prometedora carrera como pintor se torció paradójicamente por un
golpe de buena suerte: recibió una herencia de 7000 libras, y se aficionó tanto
a jugar a las cartas que lo perdió todo. Se contaba que en una ocasión
permaneció sentado jugando durante 36 horas seguidas.
La ludopatía llevó a Rowlandson a la ruina, y la necesidad de ganar dinero rápido le abocó a centrarse en la producción de caricaturas satíricas. Asociado al editor Rudolph Ackermann diseñó numerosas ilustraciones, mayormente humorísticas, que le hicieron muy popular. Su primer gran éxito fue la serie sobre El maestro de escuela (Dr. Syntax), una narración humorística en verso escrita por William Combe. Este personaje, que por su idealismo y aspecto peculiar recuerda a Don Quijote, se dio a conocer en 1809 en una versión ilustrada por entregas, y a raíz del éxito alcanzado el editor Ackermann publicó en 1812 una versión mejorada en formato de libro, con 30 grabados de Rowlandson. A este primer relato (El 'tour' de Dr. Syntax en busca de lo pintoresco) le siguieron dos secuelas: Dr. Syntax en busca de consuelo (1820) y En busca de una esposa (1821). Ambas se produjeron igualmente gracias a la colaboración del escritor Combe y de Rowlandson. Si bien el artista abordó la crítica política como lo había hecho Hogarth, esta faceta no fue prioritaria en su producción. Mayor relevancia tienen sus ilustraciones eróticas, tan explícitas que son calificadas de pornográficas. En 1814-16 creó una versión humorística y actualizada (inglesa, según su título) de la “Danza de la Muerte”, tema de origen medieval que se había hecho popular en el siglo xvi por varias series grabadas como la de Hans Holbein el Joven.
Acuciado por sus continuas estrecheces
económicas, Thomas siguió diseñando numerosas ilustraciones, ya con una
calidad decreciente. Al contrario que la mayoría de los ilustradores europeos
del siglo xix acostumbraba
a grabar personalmente sus planchas, si bien el resultado final era producto de
un trabajo en equipo. Rowlandson grababa al aguafuerte las líneas
principales, y otros grabadores especializados añadían retoques a la aguatinta, una vez estampadas, las hojas eran coloreadas a mano, con lógicas variaciones
de tonos pero respetando las pautas marcadas por el autor y el editor.
En la segunda acuarela se puede ver a una boticaria y su ayudante produciendo lociones para los ojos a partir de sus propias orinas.
Más información y fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/Thomas_Rowlandson
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