Denominamos sanatorio a un establecimiento destinado a la asistencia y curación de enfermos y convalecientes, especialmente de los tuberculosos, habiéndose construido tanto para personas ricas como para las clases populares.
Una enfermera atiende a pacientes de tuberculosis del Hospital St. Thomas de Londres en su tratamiento al aire libre junto al río Támesis, mayo de 1936, en la otra parte del rio el edificio del Parlamento Británico. Llama la atención de esta foto la circunstancia de que siendo preferible que los pacientes tuvieran la posibilidad de pasear por terrenos secos, poblados de bosques de pinos, y si era posible en comarcas montañosas, con valles abiertos hacia el Sur y huir de puntos envueltos en nieblas así como terrenos húmedos, lo hicieran en este caso en un lugar que parece que no reunía esas características.
La tuberculosis es una
enfermedad infecciosa causada fundamentalmente por el mycobacterium tuberculosis
con gran variedad de cuadros clínicos dependiendo del órgano al que afecte. Como
consunción, tisis, mal del rey, peste blanca o plaga blanca se ha conocido a
través de la historia.
En el siglo XIX, tras conocer el origen de la tuberculosis, comienzan a proliferar los sanatorios en Europa, mejorando su pronóstico y comenzando a cortar la cadena de transmisión. Boehmer y Dettweiller fundan los primeros sanatorios en Alemania. La base del tratamiento higiénico dietético que se empleaba en los sanatorios era la permanencia continua al aire libre tanto en invierno como en verano. En unos casos los enfermos paseaban por sitios cuidadosamente limpios de polvo y resguardados del viento, especialmente entre bosques de pinos. En otros, descansaban en sillas-camas en salas completamente abiertas, dispuestas a propósito desde las primeras horas de la mañana hasta que cierra la noche. Durante esta, las ventanas permanecen abiertas o bien se renueva el aire mediante aparatos de ventilación sin que se suspenda este procedimiento a no ser en las épocas más crudas del invierno. Representa asimismo papel importante la alimentación variada y sana en todos sus componentes naturales (carne, huevos, leche, verduras frutas, y otros elaborados. Completan el plan la gimnasia, masajes, baños e hidroterapia fría.
Foto coloreada por Divertimento Enfermero con la aplicación Colorize App.
Para elegir el sitio del emplazamiento debía darse importancia a que estuviera
resguardado de los vientos del Norte y del Este y en ciertas comarcas, del
Oeste por la interposición de bosque y montañas. Era preferible que los
enfermos tuvieran la posibilidad de pasearse por terrenos secos, poblados de
bosques de pinos. En las comarcas montañosas, debían escogerse sobre todo
valles abiertos hacia el Sur y huir de puntos envueltos en nieblas así
como terrenos húmedos. Los dos sexos debían estar rigurosamente separados y los
enfermos instalados en un solo edificio en los establecimientos de poca
importancia y en los de mayores dimensiones en pabellones separados por
más de dos pisos. Los edificios de la administración, las habitaciones de los
empleados y sobre todo la vaquería debían estar separados del edificio de
los enfermos. En estos, los locales destinados a dormitorios serían distintos a
los ocupados por los enfermos durante el día. Las paredes debían ser tan impermeables
como fuera posible y fáciles de lavar. Era preferible la calefacción central a
las estufas a causa de la producción de polvo que acompaña a estas últimas.
Para los interesados en una buena lectura con el tema de pacientes con tuberculosis en un sanatorio le recomendamos que lea “La montaña mágica” de Thomas Mann, no perderá el tiempo.
Más información y fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_la_tuberculosis
https://es.wikipedia.org/wiki/Sanatorio
https://www.dailymail.co.uk/news/article-4414826/Black-white-pictures-reveal-pre-Blitz-London.html
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