M.
Sheridan fue un periodista, fotógrafo y autor independiente, que el 28 de
noviembre de 1942 trabajaba como publicista del famoso actor de vaqueros Buck
Jones y al que acompañó al popular club nocturno Cocoanut Grove en el distrito
de los teatros de Boston y tuvo la suerte de ser uno de los 175 sobrevivientes
del incendio que se produjo en el club, en el que murieron 492 personas. Como
acto personal de agradecimiento en el décimo aniversario de esa tragedia fue
donante de sangre , y así aparece en la foto donando su “octavo bote de sangre”
a la enfermera Eileen Waters de la Cruz Roja, donación que considera como su
"primer pago de intereses de una deuda", que obtuvo mientras se
recuperaba de las quemaduras graves que padeció como víctima del incendio.
Martin Sheridan entrega a la enfermera Eileen Waters el 8º bote de su donación de sangra como forma de celebrar el décimo aniversario de la tragedia de la discoteca Cocoanut Grove, en la que salvó su vida.
El incendio de la sala de fiestas Cocoanut
Grove en 1942 en Boston, con 492 víctimas mortales y con varios cientos más de
heridos graves, fue probablemente uno de los mayores desastres civiles de la
historia en Estados Unidos. La tragedia permitió importantes avances en el
tratamiento de los grandes quemados, incluyendo las primeras descripciones de
las lesiones pulmonares por inhalación, mejora en el tratamiento tópico de las
superficies quemadas, tratamiento de resucitación en el shock y en un mejor conocimiento
de la respuesta metabólica en la cirugía. La tragedia también estimuló la
organización de las unidades de quemados, la legislación de seguridad pública y
la prevención de quemaduras. Cuarenta años después, una tragedia de similares
características ocurrió en Madrid, España. El incendio de la discoteca Alcalá
20. Se daban similares circunstancias de inadecuación del local y negligencia
en los informes de idoneidad, así como en que el aforo del día de la tragedia
duplicaba prácticamente el aforo permitido, arrojando como resultado ochenta y
dos víctimas mortales.
La Unidad
de Quemados del Hospital General de Massachusetts creada ad hoc. Los 39
pacientes quemados de Cocoanut Grove fueron ingresados en esta Unidad,
con personal sanitario específico, encargado de los cuidados de las lesiones, de la fluidoterpia y del
tratamiento.
La sala de fiestas
estaba diseñada para un aforo de 460 clientes pero en la noche de la
tragedia había más de mil personas tomando bebidas, cenando o viendo el
espectáculo. El local había sido recientemente decorado. Luego se supo que a la
hora de certificar la seguridad de los materiales hubo algunas deficiencias. Un
cortocircuito de una de las lámparas hizo saltar una chispa a un cortinaje que
prendió fuego y se extendió a todo el techo de inmediato. En cinco minutos todo
el local estaba ardiendo, formándose un humo muy denso. Las puertas de salida
se abrían hacia adentro. Algunas estaban cerradas con candado o disimuladas con
la decoración. La puerta principal del local era giratoria. Al abalanzarse la
multitud despavorida hacia ella, empujando simultáneamente en ambos sentidos,
quedó totalmente bloqueada. A la llegada de los bomberos detrás de la puerta
giratoria había más de 200 cuerpos calcinados. En los juicios que siguieron a
la catástrofe se detectaron negligencias por dictaminar que los cortinajes eran
ignífugos cuando en realidad no era el caso. El certificado de idoneidad había
sido firmado diez días antes por un capitán del cuerpo de bomberos de Boston.
Uno de los propietarios de la sala de fiestas, Barney Welansky, fue declarado
culpable de negligencia y fue encarcelado tres años y medio.
Más información y fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/Incendio_del_Cocoanut_Grove
https://revistas.proeditio.com/jonnpr/article/view/2047/pdf2047
http://www.lifeinlegacy.com/2004/WIR20040110.html
https://www.redbookmag.com/life/g27347670/nurses-in-action-throughout-history/?slide=12
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