La instantánea, probablemente el beso más famoso de la historia de la fotografía, fue portada del prestigioso magazine Life y representa, de una manera muy gráfica y explícita, un momento de gran agitación, de exultante alegría: el anuncio en pleno Times Square, Nueva York, del final de uno de los conflictos más duros y crueles de la Historia, el final de la II Guerra Mundial.
Dos fotos de un mismo instante para la historia.
Rondaban las siete de la
tarde del 14 de agosto de 1945 y el Presidente Truman, a través de las
pantallas instaladas en la conocida plaza neoyorquina, anunciaba para todos los
norteamericanos la maravillosa noticia, cuando esta pareja de desconocidos
decidieron, de una manera espontánea, fundirse en ese apasionado beso que
vemos; beso que el fotógrafo Alfred Eisenstaedt (foto de tu izquierda)
consiguió inmortalizar de manera tan oportuna.
Sus ojos se fijaron en un joven marinero que
abrazaba y besaba a todas las mujeres que se cruzaran en su camino. «Luego vi a
la enfermera, parada entre la gente. Me concentré en ella, y como era de
esperar, el marino se le acercó, la tomó en sus brazos y la besó», explicó el
fotógrafo alemán en sus memorias. Por lo tanto, llevó su cámara al ojo,
encuadró y disparó. Ese día también la enfermera se rindió ante los encantos
del marinero. El beso duró lo suficiente para que Eisenstaed disparara el
obturador cuatro veces hasta encuadrarlos en el ángulo perfecto, mirando hacia
el norte precisamente donde la Séptima Avenida converge con Broadway en la
intersección de Times Square. El artista basó su toma también en el contraste:
el uniforme oscuro de marino junto al blanquísimo traje de enfermera eran
elementos ideales para el clásico acabado blanco y negro, y aportaban un
dramatismo adicional al cuadro.
Sin embargo, la casualidad fue caprichosa y en ese
preciso momento en el que el fotoperiodista alemán Alfred Eisenstaedt disparaba
su cámara, otro fotógrafo pulsó tambien el disparador inmortalizando el mismo
momento desde un ángulo distinto. Ese fotógrafo era Víctor Jorgensen (foto de
tu derecha), quien trabajaba para la Marina norteamericana y su fotografía fue
publicada días después en el diario New York Times, bajo el título de “Kissing
the War Goodbye” (Besando el adiós de la guerra).
Bastantes años después Edith Shain reconoció ser
la protagonista de la imagen y alegando que le había dado mucha vergüenza
reconocerlo públicamente. «Ese día iba del hospital a Times Square porque la
guerra había terminado. Y ese chico me agarró y nos besamos, luego él tomó un
camino y yo otro. No había forma de saber quién era, pero no me importó, porque
era alguien que había luchado por mí», habría declarado Shain. Tiempo después
la mujer le envió una carta a Eisenstaedt: «Ahora que tengo 60 años y es
gracioso admitir que soy la enfermera de su famosa foto del amoroso marinero
celebrando el Día de la Victoria».
La identidad del marinero nunca se aclaró.
Más información y fuentes:
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Anexo del 19 febrero 2019:
Pues parece que murió el marinero de la icónica foto del beso en Nueva York, de ser cierto, tenía 95 años y vivía en un asilo en Rhode Island. Un seguidor nos ha puesto el enlace de la noticia.
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