La victoria de la Unión Soviética y los Aliados sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial se alcanzó el nueve de mayo de 1945. Desde entonces este día se denomina el Día de la Victoria y es una jornada festiva en Rusia y en la mayoría de las antiguas repúblicas soviéticas. A la Unión Soviética se le debe un papel primer orden en la derrota de la Alemania nazi aunque la ayuda en material bélico de los países aliados a la URSS fue considerable. Los soldados soviéticos no solo defendieron su país, sino que con los aliados liberaron Europa de los invasores nazis y sus aliados, llegaron a Berlín, logrando que el enemigo definitivamente depusiera las armas. La Segunda Guerra Mundial recibió en Rusia el nombre de “Gran Guerra Patria” porque llegó a todas las casas y afectó a toda la población del país. No hubo ni una familia que no perdiera a alguien o no tuviera heridos o desaparecidos. Algunas ciudades rusas desempeñaron un papel destacado en la lucha: actualmente son veintisiete las que ostentan el título de Ciudad Héroe y treinta el de Ciudades de Gloria Militar.
El nueve de
mayo tradicionalmente se organizan desfiles militares con la presencia de
veteranos, se colocan coronas de flores en la tumba del Soldado Desconocido y
se culmina la celebración con fuegos artificiales. La tradición de lanzar
fuegos artificiales como símbolo del triunfo en la guerra comenzó el cinco de
agosto de 1943. Siguiendo un decreto del líder soviético Stalin, en Moscú se
dispararon salvas para celebrar la liberación de las ciudades de Oriol y Bélgorod
de las tropas alemanas. El desfile militar en la Plaza Roja de Moscú es el
momento estelar de la celebración. Tras la desintegración de la Unión
Soviética, el nueve de mayo dejó de celebrarse a gran escala durante varios
años pero con el 50.º aniversario de la victoria en 1995 la fiesta recuperó
parte de su esplendor y marcó el comienzo de una nueva etapa, con la exhibición
de todo el potencial militar de las Fuerzas Armadas en la Plaza Roja y para el
desfile de 2010, en el que se celebraba el 65.º aniversario de la victoria, fue
recuperada la tradición del desfile en tres partes: marcha de tropas a pie,
armamento pesado y vuelo en formación de vehículos de la Fuerza Aérea. El nueve
de mayo los rusos guardan un minuto de silencio en honor a los caídos en las
batallas de la Gran Guerra Patria, una abrumadora cifra de 27 millones de
víctimas entre militares y población civil. A las siete de la noche la
televisión y la radio públicas comienzan la transmisión simultánea, se ven
imágenes del Fuego Eterno y se escucha el carillón del Kremlin. El presentador
dice unas palabras en recuerdo de los mártires, la voz y la música se
interrumpen y el país queda cubierto por manto de silencio. Esta tradición
conmemorativa existe desde 1965. La celebración del Día de la Victoria culmina
con fuegos artifíciales, los más espectaculares de todas las fiestas nacionales
de Rusia.
Una de las batallas más conocidas y determinantes que marcó el rumbo de la guerra fue la batalla de Stalingrado, Considerada por muchos como la peor batalla de la Segunda Guerra Mundial, este escenario tuvo lugar a lo largo del transcurso de la invasión alemana de la Unión Soviética. No existían registros fiables para calcular las bajas y, además, los historiadores rusos no pudieron investigar las muertes durante la época soviética por miedo a descubrir el precio pagado. Gran cantidad de soldados soviéticos murieron incluso antes de llegar a la ciudad, al atravesar el río Volga, zona sometida a continuos ataques, o incluso ejecutados por cobardía. En este escenario, la derrota de la Alemania nazi y sus aliados del Eje en la ciudad de Stalingrado supuso un punto decisivo en la Segunda Guerra Mundial. Siguiendo la referencia de la profesión enfermera es necesario mencionar las palabras de autoridades soviéticas diciendo que las enfermeras destacaron por su “heroísmo excepcional” en primera línea de combate.
El capitán Ivan Vasilievich recordaba cómo “bajo un fuego incesante” Liolia Novikova arrastraba a los heridos para ponerlos a cubierto hasta el punto de que tenían que “sacarla casi a rastras de lo más encarnizado de la lucha”. Vio cómo tres balas alemanas le destrozaban la cabeza.
Una enfermera atiende a un herido en la batalla de Stalingrado. 1942-43.La enfermera Nina Kokorina admite que no fue “consciente de la gravedad de todo” hasta que nada más llegar a Stalingrado sufrieron un bombardeo y vio la primera baja de su compañía anticarros: “ compañeros con Se le salían todas las tripas fuera, volví a metérselas dentro y lo vendé entero”. “La carnicería no tiene fin, explicaba, en entrevista la enfermera Vera Gurova, a sus 22 años, nunca había visto semejante cantidad de sangre como hasta ahora. Sé que debería olvidarlo, es mi trabajo, pero eso no significa que no sienta empatía con los heridos”.
https://englishrussia.com/2012/05/07/color-photos-of-soviet-soldiers-during-wwii/#more-99974
https://es.wikipedia.org/wiki/Gran_Guerra_Patria
https://rusopedia.rt.com/datos_basicos/fiestas/issue_55.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Stalingrado
https://www.nationalgeographic.es/historia/2019/02/stalingrado-la-batalla-mas-sangrienta-de-la-historia-de-la-humanidad
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