Como
reconocimiento a su director recientemente fallecido, hoy hablamos de su película
para televisión “La culpa” que trae una historia que se sitúa en la España
de principios de los años setenta del siglo pasado, centrándose en Gloria, madre soltera y enfermera que
acepta la ayuda de Ana, una ginecóloga amiga que le ofrece trabajo y sitio
donde vivir con su hija en su enorme y antigua casa donde además tiene su consulta privada.
No
pasa mucho tiempo para que Gloria se dé cuenta de que no todo es tan bonito
como parece pues, tras los continuos avances sexuales de su amiga le
hacen convencerse de que su ayuda no es del todo desinteresada, y descubre que la famosa
consulta privada que tiene lugar en la enorme y vieja casona es, en la
práctica, una clínica clandestina dónde práctica abortos.
Todo
se complica cuando es la propia enfermera la que tiene que abortar, tras ello,
empezarán a ocurrir extraños sucesos, algo que añadirá tensión a la tremenda “culpa”
que siente la joven por haber interrumpido la vida que se estaba formando
dentro de ella. A todo ello también hay que unir una misteriosa puerta en las
escaleras que constantemente lucha queriendo abrirse y una inquietante presencia en el desván polvoriento y lleno de telas de arañas, por el que su pequeña hija
parece sentirse muy atraída.
Datos
de la obra:
La
culpa - Películas para no dormir (TV) Año 2006.
Duración
72 min. País España
Dirección
Narciso Ibáñez Serrador
Guion
Narciso Ibáñez Serrador (Historia: Luis Murillo)
Música
Víctor Reyes
Fotografía
José Luis Alcaine
Reparto:
Nieves de Medina, Montse Mostaza, Alejandra Lorenzo, Mariana Cordero, Asunción
Díaz.
Productora
Filmax Género Terror e intriga.
Narciso
Ibáñez Serrador, nació en Montevideo en 1935, director de cine, actor, guionista,
escritor, etc., llegó a España en 1947; a los 18 años terminó el bachillerato
en Salamanca y se lanzó a una vida de aventuras que le llevó a recorrer medio
mundo. Pasado un tiempo, regresó a España e ingresó en la compañía de teatro de
su madre, donde recorrió todos los puestos posibles: maquinista, electricista,
apuntador... En 1951 hizo su debut como actor en un pequeño papel en Filomena
Maturano, de Eduardo De Filippo, y se lanzó a una intensísima formación para
adquirir experiencia y dominio. Llegó a estrenar en tres años más de treinta
títulos.
La
carrera profesional de Ibáñez Serrador se había iniciado escribiendo novelas radiofónicas
y con el estreno teatral de su primera comedia Obsesión, que siempre firmaba
bajo el pseudónimo “Luis Peñafiel”. No obstante, su despegue profesional tuvo
lugar a su regreso a Argentina, donde empezó a trabajar en televisión de la
mano de su padre, que en los años previos había desarrollado una firme carrera
en el cine argentino.
Aunque realizó algunos trabajos como actor, pronto se
distinguió por sus guiones y adaptaciones, como los realizados para Teatro
universal en un acto (1957). Tras estos inicios siguieron numerosos
guiones televisivos, como Historias para mayores (1957, 1960), El
fantasma de la ópera (1960) o Arsenio Lupin (1961), aunque sobre
todo destacando su primera serie de terror, Obras maestras de terror (1960-1962),
si bien el frenético ritmo de trabajo de la televisión argentina le fue
desencantando, pues el producto final no poseía la calidad que le habría gustado.
También destacó como un pionero de la ciencia ficción en la televisión con su
serie Mañana puede ser verdad.
Posteriormente
regresó a España en 1963, con 28 años, dirigiéndose a TVE, que en aquellos años
era la única cadena de televisión del país, y enseguida consiguió un trabajo al
mostrar algunas de las producciones que había realizado en Argentina.
En sus primeros trabajos mezclarían los dos mundos que conocía, el teatro y
la televisión, y es que consistieron en adaptaciones de piezas clásicas para el
programa Estudio 3. También realizó guiones de series como La
puerta cerrada (1964) y La historia de San Michele (1964),
recuperando además la serie Mañana puede ser verdad (1965).
Entre
sus espacios para televisión más conocidos figuran Obras maestras del
terror, Cuentos para mayores, Estudio 3, Mañana puede ser verdad, Historias
para no dormir, Historias de la frivolidad, 1 2 3 responda otra vez, Hablemos
de sexo, Luz roja y El semáforo.
En
cine dirigió dos películas: La residencia, Premio a la mejor
película, en Taormina, Sicilia, 1976 y ¿Quién puede matar a un niño?, Segundo
Premio a la mejor película, Avoriaz, Francia 1976.
También
siguió vinculado al teatro, estrenando su obra Aprobado en castidad, que
la censura obligó a renombrar como Aprobado en inocencia, que él mismo
interpretó junto a su madre poco antes del fallecimiento de esta, sucedido en
1964.
De sus innumerables trabajos para televisión, en 2006, dirigió La culpa, que formaba parte de
las denominadas “Películas para no dormir”, para la cadena televisiva Telecinco.
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