Para muchos conocedores de la obra de Olshanky, esta es, quizás, su pintura más evocadora y significativa. En ella aparece una enfermera de la Cruz Roja Rusa de la Primera Guerra Mundial, que está como suspendida por encima del suelo, sin temor a las espinas de los cardos ni a los alambres de espino del frente de guerra. Los propios rusos dicen que no son tan positivistas como los occidentales y esto se debe a que se dan cuenta de que hay cosas que escapan a su control, dicen, carecer de la arrogancia de los que creen que pueden cambiar el destino a través de sus esfuerzos, y hay cosas, como el “destino” que solo se puede afrontar con dignidad y honor, porque no se pueden cambiar. La enfermera de la obra de Boris aparece como una figura mítica, dispuesta a enfrentar su destino, que no es otro que prestar su ayuda allí, dónde la necesitan sus compatriotas.
En lo personal y en lo artístico, Boris Olshansky,
muestra un gran interés por la historia, la religión y el amor a la patria. Sus
trabajos están relacionados con motivos de origen védico de la antigua Rusia,
es decir, los mitos y leyendas de los eslavos. Para realizar su obra ha profundizado
en el mundo sacro de sus antepasados, descubriendo y presentando la asombrosa
belleza de su cultura con una visión romántica que también es evidente en su
descripción de las festividades y celebraciones de los antiguos dioses eslavos.
El
propio autor ha expresado dedicar toda su creación artística a Rusia, con
palabras como:
Estoy
seguro de que nuestros grandes antepasados nos observan con cautela. Y
que el juicio de la historia es inevitable para lograr la justicia y la fe en
el bien. Las leyendas, los cuentos de hadas, las historias épicas y los
cuentos rusos son un pozo sin fin de imágenes fantásticas y reales que unidas a
la imaginación, pueden ser plasmadas mediante la creación artística.
Pronto,
Boris se convirtió en uno de los artistas eslavos más populares de Rusia. Posteriormente
regresó a Tambov y comenzó a trabajar para la revista llamada “Tambov Literario”.
En
1989 se incorporó a la Unión de Artistas de la entonces URSS, hoy Rusia. Con la
llegada de la Perestroika, prácticamente abandonó su trabajo como ilustrador y
pasó del arte gráfico a la pintura, campo que realiza con pasión e inspiración
centrada en realizar grandes imágenes de eventos de la historia y mitología eslava.
Ha
realizado numerosas exposiciones en su país y en el extranjero. Sus
exposiciones más importantes incluyen la Exposición Olshansky en la Casa
Central de Artistas en Krymsky Val, Moscú, así como su Exposición personal en la Galería de Arte Tambov, ambas realizadas a mediados de la década
de 1990. Entre otras facetas en 2008 ilustró el libro “Leyendas y cuentos de
Tambov”.
Más
información y fuentes:
https://meettheslavs.com/boris-olshansky/
https://01varvara.wordpress.com/2008/03/09/boris-olshansky-russian-requiem-2000/amp/
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