viernes, 25 de febrero de 2022

Cinta Bilbao 2019.

En los niños, las dosis de medicación se calculan en función del peso, pero ¿qué sucede cuando no tenemos cerca una báscula, o en caso de una urgencia? Tras demostrar que las herramientas que se empleaban hasta ahora en nuestro país para estimar el peso no son fiables, un grupo de enfermeros del Instituto de Investigación Sanitaria Biocruces de Vizcaya, en colaboración con tres ingenieros biomédicos, han desarrollado una cinta métrica, denominada Cinta Bilbao 2019, para estimar el peso con un alto índice de fiabilidad: el margen de error del 97% de sus estimaciones es inferior al 20%.

Sendoa Ballesteros, coordinador del proyecto Cinta Bilbao 2019.

 FOTO: Fernando Gómez. UPV/EHU


En total han tardado tres años en desarrollar su idea que ha ido surgiendo casi por casualidad, tras la evolución de diversas investigaciones previas. Como cuenta Sendoa Ballesteros, el enfermero que ha coordinado el proyecto “todo surge tras un estudio de revisión, recabamos los sistemas, las herramientas más habituales de estimación y los probamos en una muestra de más de 500 niños que venían a urgencias, donde comprobamos los datos reales con las estimaciones que nos daban. Cuando finalizamos llegamos a la conclusión de que no funcionaba ninguna y era mejor no utilizarlas, pues el hacerlo conllevaba un riesgo importante de cara a poner la medicación a los niños”.   

Su siguiente reto entonces fue idear una herramienta que realmente fuese útil. Empleando big data, con grandes muestras de mediciones de niños de todo Bilbao, diseñaron unas fórmulas de predicción de peso que llamaron Fórmulas Bilbao 2018. “Llegamos a implementar esas fórmulas en una app que el Servicio Vasco de Salud asumió, pero después de verlo con el resto del equipo, que eran ingenieros biomédicos, pensaron que con inteligencia artificial esas fórmulas se podían mejorar”. Así llegaron a las Fórmulas Bilbao 2019, que crearon gracias a los datos de más de 11.000 niños y “que funcionan extraordinariamente bien. El problema es que necesitamos un ordenador para hacer los cálculos, y en una ambulancia, en una urgencia, es poco práctico. No se podían aplicar”, detalla Ballesteros.

Sin embargo, a partir de su algoritmo de inteligencia artificial crearon la cinta Bilbao 2019. Para ello trasladaron centímetro a centímetro los resultados de las estimaciones a una cinta métrica. Como explica este enfermero que trabaja en el Hospital Santa Marina de Bilbao, “se trata de una cinta similar a la de las modistas, un poco más ancha, la extendemos a lo largo del niño y con ello calculamos su altura. En base a esa medición, la cinta nos da tres valores de estimación del peso, para elegir la más acorde a su complexión, en función de si es delgadito, tiene una complexión normal o está más gordito. El clínico elige la complexión y a partir de ahí se pueden calcular las dosis de los medicamentos, los parámetros del respirador volumétrico, etc. Además, la cinta también nos da una estimación de la edad más probable de ese niño”, relata. Otra de las ventajas con que cuenta la cinta es que también relaciona el peso estimado con el código de color Broselow, que indica el cajón del carro o bolsa emergencia en el que se encontrará el material de reanimación necesario para la asistencia de un paciente de esas características.

Validación científica

Posteriormente han validado su invento con una muestra de más de 780 niños que acudieron a los servicios de urgencias de los hospitales bilbaínos, donde compararon los datos reales de peso y talla con las estimaciones derivadas de usar la cinta. “Los resultados fueron sorprendentes, pues en el 75% de las estimaciones de este algoritmo, existía un error inferior al 10% con respecto al peso real. En el 97% de las estimaciones, el error era inferior al 20%. Estamos hablando de que ofrece un rango de error menor que el de ninguna otra herramienta de las que existen en la literatura”, explica Ballesteros, para quien el hecho de funcionar tan bien se debe a que se han utilizado directamente parámetros de niños españoles, por lo que “es razonable pensar que en cualquier ámbito geográfico con el que compartamos rangos antropométricos va a funcionar igualmente bien”, especialmente en los países de la cuenca mediterránea.

Patente y comercialización

El diseño de la cinta lo registraron en la Oficina Europea de Patentes en junio de 2021, con un éxito fulgurante. “En julio ya teníamos un comprador interesado. En septiembre se hizo la transferencia y el registro a nivel comunitario, pues la idea es la idea es comercializarlo en otros países de Europa”. Algo que ya se ha realizado en nuestro país, pues Élite Bags, que fue quien adquirió la patente, ya lo está distribuyendo en España desde el pasado mes de enero. De hecho, su invento ganó el premio a la innovación de procedimientos enfermeros en el último congreso de EnferInnova. Además, lo que han logrado por la patente no revierte en los autores, sino en el propio Instituto de Investigación Biocruces. “Aunque no nos hayamos llevado un duro por la patente estamos muy contentos con el resultado, pues nos asegura poder financiar futuras investigaciones. Para todos nosotros ha sido una grata sorpresa que, con el esfuerzo y la colaboración y cooperación de otros colectivos hayamos llegado a esto. Sobre todo, nos anima mucho a seguir con la investigación cooperativa. Hemos visto cómo los enfermeros podemos hacer grandes cosas, pero si nos juntamos con otros profesionales multidisciplinares, que den otro punto de vista y que cuenten con otras herramientas podemos conseguir potenciar muchísimo la producción y la calidad de la misma”.

 Más información y fuentes: 

https://www.urgenciasyemergen.com/cinta-bilbao-2019/

https://www.ehu.eus/es/-/cinta-bilbao-2019

https://diarioenfermero.es/la-cinta-bilbao-una-patente-enfermera-para-estimar-el-peso-de-los-ninos/?idU=2


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