domingo, 20 de marzo de 2016

ENFERMERA examinando el pelo de una emigrante.


ENFERMERA examinando el pelo de una emigrante.
Durante la gran oleada migratoria de europeos a Estados Unidos a comienzos del siglo XX, buscando una vida mejor que la que tenían en sus países de origen, fundamentalmente lo hacían en barco y a su entrada, controlada en la isla de Ellis, a los de tercera clase, se les mantenía en cuarentena y pasaban un examen, por el Servicio de Salud Pública, entre otras intervenciones se les fumigaba la ropa y una enfermera examinaba concienzudamente a mano el pelo de los emigrantes para ver si portaban parásitos. 


La población y políticos de EE.UU estaban divididos respecto a la entrada de tantos emigrantes, en 1907 un millón llegó a la isla de Ellis, fundamentalmente con relación a los más pobres, que llegaban en los barcos  en tercera clase y  eran a  los que se les ponía trabas.  
En dos islas adyacentes a la de Ellis se construyeron hospitales expresos para internar a los emigrantes,  evidentemente más preocupados por la salud de los habitantes estadounidenses que por la propia de los emigrantes, pero gracias a ello se prestaba ayuda a la población emigrante. Hoy día cien millones de ciudadanos de aquel país pueden trazar las  raíces de sus antepasados a la isla de Ellis.


Durante los años de la emigración más de 300 bebés nacieron mientras sus madres estaban internadas, durante ese tiempo las enfermeras les impartían clases de nutrición, higiene personal y cuidados del bebé sano. Los niños más mayores ingresados en hospitales, eran atendidos por  voluntarios de la Cruz Roja, que  les leían libros de la propia biblioteca del Hospital y les daban clases de inglés, para estar más preparados a su entrada a su nuevo país. 
Más información:
http://niemanreports.org/articles/whats-old-is-new-again/



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