domingo, 3 de abril de 2016

Bronceado artificial.

Fotos en la que varias mujeres reciben "tratamiento" de rayos de sol artificial. Las mujeres están sentadas, en ropa interior de la época, frente a una lámpara de rayos UV, para adquirir un buen bronceado, protegiendo sus ojos con gafas, mientras una ENFERMERA, también protegida, está atenta a que nadie esté sobreexpuesta demasiado tiempo a la luz ultravioleta.

Autor, Leslie Cardew para el periódico Daily Herald  de EE.UU., 
20 de febrero de 1932.
Lo curioso del caso es que se trataba de una campaña promocional de la nueva técnica de bronceado, en la que a los asistentes al Metropole Cine, se les regalaba, si querían, asistir a una sesión gratis de bronceado en un solárium.
Autor, Leslie Cardew para el periódico Daily Herald  de EE.UU., 
20 de febrero de 1932.
La radiación electromagnética abarca los rayos con una longitud de onda que va de los 400 nm a los 15 nm. Su nombre (ultravioleta) se vincula a que el rango de la longitud de onda comienza detrás del espectro visible que las personas observamos como color violeta, también se conocen como rayos UV, generan efectos químicos que pueden resultar dañinos para la salud. Forma parte de los rayos del sol y una exposición continua a ella nos exponemos a sufrir diversos problemas en la piel y el más temido el melanoma. Con estas consecuencias, es necesario tomar medidas y por ello las enfermeras aconsejan que cuando se vaya a estar expuestos mucho tiempo al sol se lleven a cabo como las siguientes recomendaciones:
-        Usar gafas de sol con el objetivo de que no se produzcan daños graves en los ojos.
-        Ponernos sombrero para proteger la cabeza y evitar problemas de insolación.

-        Y antes de exponerse al sol es necesario ponerse un protector solar, que deberá ser del factor más apropiado tanto por el tipo de piel de cada persona y del tiempo de exposición.

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