jueves, 10 de mayo de 2018

Día internacional de la Enfermería 2018. Gran Guerral Centenario (V)

Por el día internacional de la Enfermería y en reconocimiento a las enfermeras de las diversas naciones que participaron en la I Guerra Mundial en este año de su Centenario.

Pocos acontecimientos han marcado más la Historia reciente que las dos grandes guerras mundiales. El mundo en guerra cambió la manera de concebir la vida y la muerte. Tambalearon las bases ideológicas del mundo contemporáneo, y se dio un salto cuantitativo y cualitativo en el conocimiento científico, en su aplicación a muchas profesiones y oficios y en la consideración de los derechos humanos.
Rosamond Curteis enfermera inglesa del destacamento de ayuda voluntaria, de 48 años. Murió de gripe el 14 de noviembre de 1918. Foto coloreada.
La enfermería fue una de las profesiones que durante el desarrollo de la I Guerra Mundial experimentó una mayor transformación, de tal manera que al finalizar el conflicto bélico la profesión había cambiado de manera radical sus principios y formas de actuar.
Enfermera de los Estados Unidos de América. Gran Guerra. 1914/18.
 La llamada Gran Guerra o I Guerra Mundial acercó los últimos avances científicos a la contienda y un elevado número de nuevos ingenios y armas más letales hicieron su aparición a lo largo de los cuatro años de conflicto. Tanques, ametralladoras y gases venenosos de fosfeno y mostaza causaron heridas a unos niveles desconocidos hasta entonces y los efectos psicológicos de una contienda tan larga provocaron terribles secuelas en millones de soldados. Las enfermeras no estaban preparadas para hacer frente a esta realidad a comienzos de la guerra en 1914, por lo que tuvieron que transformar radicalmente su forma de trabajar para adaptarse a las características del conflicto.
Enfermera de británica en la Gran Guerra. 1914/18.
 Los cuidados de los enfermeros contribuyeron a la mejora de la salud de los soldados, a través de la aplicación de medidas de higiene en las intervenciones sobre las heridas, con la aplicación de nuevos medicamentos, para el tratamiento de las heridas-desinfectantes- para paliar el dolor -cocaína- o cloroformo para la anestesia, etc.  así como la incorporación de nuevas técnicas de trabajo que exigía de enfermeras mejor preparadas.
Rimma Ivanova de Rusia. Gran Guerra 1914/18. Foto coloreada.
La I Gran Guerra trajo la movilización de un importante número de enfermeras para cubrir las necesidades de la contienda, muchas de ellas voluntarias, trabajando tanto en la retaguardia como en hospitales de campo, en tiendas de campañas improvisadas, que se trasladaban según evolucionaba el frente de batalla. Todo ello significó la necesidad de una planificación rigurosa, rápida y eficaz, que se tradujo en el aumento considerable de las vidas salvadas. 
Enfermera de la Cruz Roja Alemana equipada por la asociación de mujeres bávaras  en la Gran Guerra. 1914/18.
Sólo en el ejército norteamericano sirvieron 60.000 enfermeras en esos años, recibiendo una instrucción militar y una instrucción médica, que prestaban especial atención a los cuidados psiquiátricos. Más de 400 enfermeras militares estadounidenses murieron en servicio, casi todas de la “gripe española”, epidemia que se extendió por los atestados campamentos militares, hospitales y puertos de embarque.
Enfermera de Australia en la Gran Guerra. 1914/18.
También la enfermería británica experimentó grandes cambios en esta época. El Servicio de Enfermería Militar Imperial de la Reina Alexandra, fundado en 1902, contaba al inicio de la Guerra con 300 miembros; al finalizar la contienda eran más de 10.000 las enfermeras que formaban parte de este.
Al inicio del conflicto, el número de enfermeras de la cruz roja rusa era inferior a 4000, número que se vio superado por las necesidades. Llegaban voluntarias que carecían de una formación mínima y ante la gran escasez de personal cualificado, la cruz roja rusa realizó grandes esfuerzos para aumentar el número de enfermeras capacitadas. Por lo general, el alistamiento se realizaba con mujeres alfabetizadas que poseían al menos enseñanza secundaria. 
Zinaida Malynich  enfermera rusa. Gran Guerra 1914/18. Foto coloreada.
Para 1916, el número de mujeres que formaban la sociedad rusa de la cruz roja era cercano a 25,000 enfermeras de guerra de muy diferentes capas sociales, desde campesinas, mujeres de clase trabajadora, nobles e incluso la realeza.
Todos estos acontecimientos y transformaciones produjeron impactantes cambios en el rol de la mujer en la sociedad, aumentando el espacio público ocupado por ellas, inicialmente para reemplazar a los hombres que marchaban al frente.
Enfermera de Rumanía en la Gran Guerra. 1914/18.
Una vez terminada la Guerra, la mujer siguió ocupando una parte importante de esos espacios y se acentuó la lucha por la igualdad de los derechos sociales, el derecho al voto femenino y el desempeño de tareas de responsabilidad. Las enfermeras ganaron en reconocimiento social e iniciaron un largo camino de lucha que les fue permitiendo ocupar un espacio cada vez mayor entre las profesiones sanitarias; un proceso que sigue en la actualidad.

Más información y fuentes:

http://www.natgeocreative.com/photography/paulthompson
 https://www.flickr.com/photos/22155693@N04/11292610656/
http://ffactory.tumblr.com/post/82068650400/klimbims-zinaida-malynich-russian-nurse-wwi

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