lunes, 17 de enero de 2022

Niño con viruela negra en brazos de una enfermera. Polonia 1963

Las enfermedades infecto-contagiosas nos acompañan desde la noche de los tiempos, muertes, perdidas, confinamientos, y así hasta la actualidad con vacunaciones, controles y certificados como las que vivimos con el coronavirus actual se repiten y seguirá sucediendo; solo cambia el contexto histórico, sistema político-social, sistema de salud, etc. La que recordamos con la foto de hoy fue en 1963, con la última epidemia de viruela en Polonia y una de las últimas en Europa. El 25 de mayo de 1963, el Teniente Bonifacy Jedynak, subcomandante de seguridad pública en Wrocław, regresó de un viaje de negocios en India. Unos días después se sintió mal. Tenía escalofríos, dolores musculares, fiebre, extrañas lesiones faciales y "erupciones parecidas a la rubéola" en el pecho. El 2 de junio fue al hospital del Ministerio del Interior, y se le diagnosticó “erróneamente” malaria, dos semanas después, fue dado de alta. Las consecuencias de esta decisión resultaron ser trágicas.

Enfermera con niño con viruela. Wrocław, Polonia 1963
Foto coloreada por Divertimento con la aplicación Colorize.

El encargado de limpiar la habitación del aislamiento de Jedynak cayó enfermo y contagió a su hija, una enfermera que, antes de tener síntomas de la enfermedad, participó en la organización de la boda de un familiar y tuvo contacto con un amplio número de personas. Se sospechaba una fuerte alergia a un antibiótico y una leucemia de rápida progresión y murió a los pocos días. No se tomaron medidas preventivas, incluso cuando pronto llegaron más pacientes al hospital con síntomas similares, entre ellos el médico que atendió a la enfermera.


Niños aislados por contacto con infectados de viruela al cuidado de enfermeras. Wrocław, Polonia 1963

No se acertó en el diagnóstico correcto hasta que un niño de cuatro años fue hospitalizado con una erupción. Ya había tenido varicela antes, por lo que quedó claro que se trataba de síntomas de una enfermedad no identificada. Fue entonces cuando se le diagnosticó viruela. La noticia de que tenemos viruela en la ciudad fue un verdadero shock y entonces empezó la psicosis”, recuerda el Dr. Michał Sobków, que en el verano de 1963 estaba de servicio como médico de inspección en el servicio de ambulancias de Wrocław. El 15 de julio se anunció una emergencia anti-epidémica y dos días después, el estado de la epidemia. Al mismo tiempo, se lanzó una acción masiva de vacunación obligatoria, incluso en caso de contraindicaciones.

Enfermeras en la campaña de vacunación comunitaria.
 Wrocław, Polonia 1963

Las multas ascendían hasta cuatro veces el suelo mensual o arresto de tres meses. Por rechazar el tratamiento e infectar a otras personas, hasta 15 años de prisión. Era obligatorio llevar consigo la cartilla de vacunación vigente en cada situación. Wrocław quedó aislada del resto del país por un cordón sanitario. Todas las actividades se denominaron “Acción VV” por las primeras letras del nombre latino de la enfermedad: Variola vera. Los eventos masivos fueron cancelados. Los sospechosos de tener contacto con los enfermos fueron aislados. Las manijas de las puertas, así como las ventanas de las taquillas, estaban envueltas con vendas empapadas en desinfectante. Se desinfectaron las manos con la misma sustancia y se colocaron esterillas de paja empapadas con desinfectante frente a las entradas de los edificios. Se hicieron llamados para no viajar a lugares donde se reunieran muchas personas, en vacaciones, campamentos de verano, etc. Muchos habitantes de Wrocław tuvieron que anular sus viajes y otros eventos. Y los carteles con la frase “Nos saludamos y nos despedimos sin darnos la mano”.

Enfermeras vacunando en la campaña comunitaria antiviruela.
 Wrocław, Polonia 1963

A pesar de las precauciones tomadas, la viruela se extendió a otras cinco provincias, pero no causó una epidemia en ellas. La OMS predijo que duraría dos años, 2.000 personas enfermarían y 200 morirían. Afortunadamente, estas predicciones no se cumplieron, vemos como vaticinios del mentado organismo y su falta de acierto viene de lejos. El 10 de septiembre de 1963 se registró el último caso de la enfermedad y el 19 de septiembre se anunció el fin de la epidemia con un balance de 99 personas infectadas de las que siete fallecieron, una de ellas la enfermera mentada.

  

Breve reseña sobre la viruela:
La historia de la viruela ocupa una posición única en la salud humana y la medicina. La viruela es una de las enfermedades más mortales que conocen los humanos, y también es la única enfermedad que ha sido erradicada con la vacunación. Los síntomas de una infección típica de viruela comenzaban con una fiebre y un letargo de unas dos semanas después de haber estado expuesto al virus Variola major. Otros síntomas comunes eran: dolor de cabeza, dolor de garganta y vómito. En unos cuantos días, aparecían erupciones elevadas en la cara y el cuerpo, se formaban llagas dentro de la boca, la garganta y la nariz, y también crecían pústulas llenas de líquido; en algunos casos, estas pústulas se unían entre sí y abarcaban grandes zonas de la piel. Aproximadamente a la tercera semana de la enfermedad, se formaban costras que se separaban de la piel. El virus Variola minor provocaba una forma de viruela similar, pero mucho menos grave. La viruela se transmitía por un contacto cercano con las llagas o las gotitas emitidas por la respiración de una persona infectada. La ropa de cama o prendas de vestir contaminadas también podían transmitir la enfermedad. Un paciente seguía siendo infectocontagioso, hasta que la última costra se separaba de la piel. Por lo general, en la segunda semana de la infección morían aproximadamente un 30% de los casos de viruela del tipo Variola major. La mayoría de los sobrevivientes conservaba cierto grado de cicatrización permanente, que también podía ser extenso. Igualmente, podían surgir otras deformidades, como la pérdida de tejido labial, nasal y cartilaginoso, como resultado de las costras en las córneas, la persona infectada podía quedar ciega. La Variola minor era menos grave y provocaba menos estragos y muerte entre los infectados. Algunos cálculos indican que las muertes por viruela a nivel mundial durante el siglo XX sumaron más de 300 millones.

Más información y fuentes: 

https://historiamniejznanaizapomniana.wordpress.com/2018/07/17/55-lat-temu-we-wroclawiu-wybuchla-epidemia-ospy-prawdziwej/

https://tygodnik.polsatnews.pl/news/2021-01-23/kiedys-bano-sie-zbydlecenia-dzis-mikroczipow/

https://pictolic.com/es/article/40-fotos-de-archivo-que-pueden-cambiar-su-visin-del-pasado

https://krakow.ipn.gov.pl/pl4/edukacja/przystanek-historia/95166,Witamy-sie-i-zegnamy-bez-podawania-rak-Epidemie-w-PRL.html

http://es.wikipedia.org/wiki/Viruela 

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