miércoles, 6 de junio de 2018

Lucía de B. Acusada. Película. 2014.

Película que cuenta una historia real que causó sensación en la sociedad y tribunales de Holanda durante varios años.  Se acusó a una enfermera, Lucía de Berk, de haber cometido siete asesinatos e intentos de muerte en sus pacientes.  La prensa la llamó "El Ángel de la Muerte" y durante años fue noticia diaria en periódicos e informativos.  Una situación mediatizada en la que se decía, que ella mediante inyecciones y pastillas había llevado a la tumba a niños, recién nacidos y también a algunos ancianos que estuvieron bajo su cuidado.  Fue condenada a "Cadena Perpetua". 
Sin embargo Lucía siempre mantuvo su inocencia.  Su libertad la logró gracias al científico Ton Derksen y a su hermana la geriatra Metta de Noo. Esta última se interesó por su condena y empezó a leer todo lo relacionado con el caso, se dio cuenta de que la enfermera fue condenada sin pruebas suficientes, y puso todo su empeño en hacer público el caso escribiendo un libro con todo lo referente al juicio, de manera que abogados, médicos y juristas pidieron la apertura del caso del que quedo absuelta y puesta en libertad en 2010 después de 7 años en prisión. 
Montaje de fotogramas y cartel de la película.










Lucia de B., 2014. es una interesante producción holandesa que reconstruye cinematográficamente –con todo lo que ello comporta de manipulación a efectos dramáticos– el caso real de Lucia de Berk, también conocida como Lucia de B. o como Lucy de B., una enfermera fue condenada por un tribunal de su país a una pena de prisión perpetua, por cuatro asesinatos y otros tres intentos de asesinato de pacientes a su cargo, todos ellos –como se detalla en la película– bebés y ancianos. La sentencia fue apelada en 2004, pero con resultados desastrosos para la condenada, pues el tribunal de apelación no solo confirmó la condena, sino que además aumentó a siete el número de supuestas víctimas de asesinato a manos de Lucia.



El caso comenzó en La Haya el 4 de septiembre de 2001 con la muerte de Amber (nombre ficticio en la película), un bebé que se hallaba en el Hospital para Niños Juliana. Esta muerte trajo consigo la apertura de una investigación. De la misma se extrajo la conclusión de que entre septiembre de 2000 y septiembre de 2001 se habían producido hasta nueve incidentes relacionados con otros bebés y también pacientes ancianos, varios de ellos con resultado de muerte. En todos esos incidentes estuvo presente la enfermera Lucia de Berk, que era la encargada de la atención a los pacientes y de la administración de medicamentos. Una sospecha de envenenamiento con digoxina, que tiene numerosos efectos adversos y que su administración en una dosis excesiva puede provocar paradas cardiorrespiratorias, motivó que llevo a que el hospital presentara cargos contra Lucia. 

El 24 de marzo de 2003, Lucia de Berk fue condenada a prisión de por vida por cuatro asesinatos y tres intentos de asesinato, y que la apelación, sustanciada el 18 de junio de 2004, confirmó la sentencia por siete asesinatos y tres intentos de asesinato. Resulta tan interesante como, pavoroso que Lucia fuese condenada en primera instancia en virtud de un veredicto que se sostenía principalmente en una estadística de cálculo, habida cuenta de que –tal y como, de nuevo, detalla la película– nunca se pudo demostrar que a ninguna de las supuestas víctimas de la enfermera se les hubiese inyectado digoxina porque jamás se encontraron señales de agujas hipodérmicas en sus cuerpos, y tampoco hubo testigos que presenciaran los hechos. El razonamiento del tribunal de la primera sentencia consistía en que, en virtud de ese cálculo estadístico, la posibilidad de que Lucia no hubiese estado presente en los incidentes, incluso teniendo en cuenta los cambios de turnos de las enfermeras, era tan solo de una frente a 342 millones…


El tribunal de apelación concluyó que, a pesar de la teórica “debilidad” de las pruebas incriminatorias, los hechos estaban estrechamente relacionados entre sí por una relación de causalidad la cual, afirmaba, estaba más allá de toda duda razonable.

Eso explicaría por qué el tribunal de apelación consideró, en base a esa misma relación de causalidad, que los asesinatos presuntamente perpetrados por Lucia fueron siete y no cuatro, como había valorado el tribunal de primera instancia, en virtud del siguiente silogismo: si siete de los incidentes habían acabado en muerte, y en los siete Lucia estuvo presente, ella era la responsable de las muertes, a falta de otra explicación.

 La película muestra cómo tras la apelación apareció un documento que, tendría que haber dado un giro determinante al caso: un informe de un laboratorio médico de Estrasburgo, que corregía los informes médicos aportados en primera instancia afirmando que los análisis que confirmaban la presencia de digoxina en las víctimas no eran correctos y que las muertes podrían haberse producido por causas naturales. Así planteado, podría haber supuesto la exculpación de facto de Lucia. Pero no sucedió así, el nuevo elemento probatorio fue valorado por el Tribunal Supremo considerándolo irrelevante, y asimismo rechazó la posibilidad, planteada por la defensa de Lucia, de que su cadena perpetua pudiera cambiarse o alternarse con una pena de internamiento en un centro psiquiátrico.
La subsiguiente apelación ante la Corte de Ámsterdam fue, de nuevo, negativa para la protagonista, el 13 de julio de 2006, el Tribunal de Apelación de Ámsterdam confirmó la resolución del TS, condenando a Lucia de Berk a cadena perpetua y denegando esa posibilidad de inmovilización posterior en un centro psiquiátrico. Antes de esta última resolución, la protagonista sufrió un derrame cerebral algunos días después de la sentencia del TS, siendo internada en el hospital de la prisión.
Foto de la verdadera Lucia de B y la médico Metta de Noo-Derksenque.
En la película se da la circunstancia de que el descubrimiento del informe del laboratorio de Estrasburgo que podría suponer la libertad para Lucia de Berk es llevado a cabo por la misma joven ayudante de la fiscal que, en un primer momento, estaba firmemente convencida de que la protagonista era culpable de los delitos que se le imputaban. Nos referimos al personaje de Jenny (Amanda Ooms), la nueva ayudante de la fiscal.
Tras toda aquella serie de fracasadas tentativas de conseguir la libertad de Lucia que, desde el primer día y hasta el final, proclamó con firmeza su inocencia, la oscuridad dejó paso a la luz a raíz de la labor de alguien que, curiosamente, no aparece ni tan siquiera mencionado en la película: el filósofo científico Ton Derksen, quien, con la ayuda de su hermana, la geriatra Metta de Noo-Derksen, escribió un libro sobre el caso, demostrando de manera contundente que el razonamiento del tribunal de primera instancia, el cual, recordemos, condenó a la enfermera en base a un cálculo estadístico, estaba completamente equivocado. Los hermanos Derksen, con el apoyo de un fuerte movimiento popular a favor de la condenada –aspecto que se refleja en el film–, lograron presentar sus teorías como un novum. Según el sistema jurídico holandés, la presencia de un hecho nuevo, o novum. Se formó a tales efectos una comisión, la cual reconsideró los siguientes puntos dudosos: 1) si podrían haberse producido otras muertes inexplicables cuando Lucia de Berk no estaba presente, y que dichas muertes fuesen desconocidas por la fiscalía; 2) si a los expertos consultados durante el proceso se les había suministrado toda la información relevante disponible; y 3) si los conocimientos científicos actuales podían arrojar nueva luz sobre la cuestión de la digoxina.

En octubre de 2007, la comisión dictó un informe en el cual se recomendaba reabrir el caso, en base a fundadas sospechas de que el procedimiento judicial podía estar viciado desde sus inicios como consecuencia de la concurrencia de personas vinculadas a la dirección del hospital en el que murió el bebé, las cuales habían llevado a cabo las primeras investigaciones internas de lo ocurrido para luego avisar a la policía y, más tarde, presentarse ante los tribunales como profesionales expertos independientes, dañándose así la imparcialidad de la instrucción del caso. Este aspecto queda muy claro, donde la ayudante de la fiscalía Jenny acaba dándose cuenta de que su superiora, la fiscal Johanssen, es en realidad buena amiga del director del hospital donde trabajaba Lucia.
 Tan pronto como el abogado general del Tribunal Supremo G. Knigge solicitó formalmente la reapertura de la causa el 17 de junio de 2008, a Lucia se le permitió seguir en libertad, a la espera de un nuevo juicio ante el Tribunal de Arnhem. En el film, en cambio, la liberación de la protagonista no se produce hasta que, en una última y definitiva vista oral, se proclama su no culpabilidad.
El 14 de abril 2010, el tribunal dictó veredicto de no culpabilidad, a la vista de una serie de evidencias que demostraban que los bebés habían muerto por causas naturales, y que incluso podrían haberse dado diagnósticos médicos defectuosos, ajenos a la labor de Lucia y sus otras compañeras enfermeras.
Este aspecto se apunta en la película, curiosamente, en sus primeras escenas: una médico es llamada urgentemente al hospital para que atienda al bebé –Timo–, que acaba de sufrir una crisis, la médico se ve elegantemente vestida y tambaleándose, como si hubiese estado bebiendo, indicando que ha venido corriendo tras salir de una fiesta, examina al bebé y anota en el registro que su estado es “estable”; a pesar de ello, poco después, Timo muere. En el caso real, también se cuestionó el teórico envenenamiento por una sobredosis de digoxina, pues un estudio demostró que los niveles de digoxina suelen aumentar en los cuerpos sin vida que en los cuerpos de personas vivas.

Hay una importante cuestión, que se apunta con firmeza en la película es que fue obligada a prostituirse por su propia madre (en la película por Pieternel Pouwels). El pasado como prostituta de la protagonista, unido al hecho de que es una mujer que no cae bien entre la mayoría de sus compañeras enfermeras –entre otras razones, porque Lucia es la única que demuestra una dedicación y profesionalidad en el cuidado de los pacientes que para sí quisieran sus despreocupadas colegas, a las que reprende en más de una ocasión por ello–, es lo que contribuye a crear a su alrededor una “mala fama” que no hace sino acrecentarse a partir de que se formulan contra ella cargos por asesinato. Una nueva demostración de los peligros de mezclar la moral, y el moralismo, con la imparcialidad que requiere el ejercicio del Derecho y la administración justa de la justicia, valga la redundancia.


Título original: Lucia de B. (Accused)
País:Holanda
Año:2014
Duración:104 min
Director: Paula van der Oest
Guión: Moniek Kramer, Tijs van Marle
Intérprete: Marwan Kenzari, Barry Atsma, Fedja van Huêt, Amanda Ooms, Fockeline Ouwerkerk, Annet Malherbe, Maartje Remmers, Sallie Harmsen, Reinout Bussemaker, Ariane Schluter, Bas Keijzer, Isis Cabolet, Belinda van der Stoep, Ronald Top, Lykele Muus, Marcel Musters
Director de fotografía: Guido van Gennep
Producción: Reinier Selen , Klara Björk
Música: Adam Nordén


Más información y fuentes:
Para ver la película:




 

1 comentario:

  1. Y a los jueces, fiscal, director médico, etc, no les pasó nada? Qué forma de destrozar una vida!!

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