martes, 1 de enero de 2019

Enfermera y campeona de tiro con arco.

Tres veces subcampeona del Mundo de tiro con arco de sala, 17 veces campeona de España, dos veces subcampeona de Europa al aire libre, cuarta posición en el Campeonato del Mundo al aire libre de Pekín 2001, dos récords mundiales en 1998 y 2001… Un currículum deportivo brillante que corresponde a la enfermera Fátima Agudo. Y también ha sido reconocida con el Premio Extremadura del Deporte 2017, se ha convertido en la primera mujer galardonada con la máxima distinción de estos reconocimientos.
Enfermera y campeona de tiro con arco.
“Es muy emocionante porque la verdad es que no me lo esperaba, no sabía ni que había sido propuesta y es un orgullo porque reconocen una trayectoria en la que llevo muchos años. Es un premio increíble, uno de los mejores de mi carrera”. Ella, que ahora se encuentra retirada de la alta competición, pero sigue en el terreno nacional y regional, ha viajado a lo largo y ancho de la tierra hasta lograr ser una de las mejores tiradoras con arco de España.
Aun así, Fatima nunca ha abandonado su profesión como enfermera y a día de hoy sigue trabajando en el Hospital San Pedro de Alcántara (Cáceres). “He tenido que hacer puzles para compaginar ambas profesiones. Cuando estaba en alta competición tenía que entrenar muchas horas al día y me resultaba muy difícil mantener los turnos rotatorios. Al final tienes que tirar de la familia para que te ayuden, cuando sales de noche del hospital descansas unas horas y te vas a entrenar.  
Fátima, que fue nombrada hija adoptiva de Cáceres hace tres años, asegura que le encanta la enfermería porque siempre le ha gustado estar con gente a la que puede ayudar, acompañar y enseñar, pero reconoce que a veces si hubiese querido comprobar qué habría conseguido si se hubiese dedicado profesionalmente al tiro con arco. “De todos modos, siempre hubiese vuelto a la enfermería porque es mi profesión”.  

De su trabajo en la Unidad de Neumología y Nefrología se queda con la cercanía con los pacientes. “Son pacientes semicríticos y los ves evolucionar, la mayoría de ellos para bien, aunque a otros sólo podemos acompañarlos en el momento en el que ya no hay solución. Soy muy empática y lloro mucho con la familia de los pacientes, pero hice enfermería por eso, porque me gusta ayudar”. Y  considera que la enfermería y el tiro con arco tienen en común el esfuerzo diario y personal de intentar mejorar. “Todos los días aprendes una cosa nueva, no te rindes nunca, si te viene una adversidad, tiras para adelante y vuelves a superarlo”.
Más allá del trabajo de enfermera, Fátima es la encargada de la Escuela de Iniciación del Club de Arqueros San Jorge y colabora con el Centro de Tecnificación de la Federación Extremeña. Ahora entrena dos o tres días a la semana, mucho menos de lo que hacía antes, que llegaba a estar todos los días durante dos horas y media. “Sigo compitiendo con mi club, más por equipo que individual. Este año, por ejemplo, he quedado tercera en el campeonato de España de sala”. 
Además, la enfermera se muestra orgullosa de haber trasladado su amor por el deporte a sus hijos. “Les encanta el deporte porque es el ambiente que han vivido en casa. Ahora son mayores y valoran mucho lo que he hecho. El otro día, en la entrega de premios, uno de ellos se emocionó al escuchar todo lo que había conseguido. Cuando eran pequeños sí que veía que ellos notaban mi ausencia, les decían a mis padres que ellos querían que yo viniera por la puerta y no por el teléfono, los echaba mucho de menos”. 

Más información y fuentes:
http://diarioenfermero.es/enfermera-y-campeona-de-tiro-con-arco/




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