martes, 22 de enero de 2019

Niños en el campo de concentración nazi de Auschwitz, acompañados de enfermeras y militares soviéticos, tras su liberación. 1945.

Auschwitz fue el mayor y más letal de los campos de concentración y exterminio nazis. Tras sus alambradas, más de 1.100.000 fueron asesinadas de manera sistemática e industrializada entre junio de 1940 y enero de 1945. Niños y niñas, mujeres y hombres, mayoritariamente judíos de diferentes nacionalidades, deportados, asesinados o convertidos en esclavos, reducidos a un número, deshumanizados y humillados. 


Auschwitz existió mientras el mundo permanecía pasivo ante los horrores nazis, cambiando para siempre los cimientos y la perspectiva de la humanidad. El denominado Holocausto, uno de los capítulos más oscuros de la historia universal, ocurrió en un continente civilizado, en el seno de la sociedad tecnológica y culturalmente más avanzada de su época.
Tras el inicio de la Segunda Guerra Mundial, en enero de 1942 la política antijudía de la Alemania nazi dio un salto en el horror con la puesta en marcha de la conocida como “solución final del problema judío”, que daría un segundo uso, aún más terrorífico a los campos.
Los líderes nazis reunidos en la conferencia de Wannsee decretaron la aniquilación, sin preámbulos, de todo hombre, mujer y niño judío que quedara con vida en la Europa ocupada. 
Esta terrible culminación del nazismo implicaba eliminar de la faz de la tierra al pueblo hebreo, marcado como “enemigo” número uno de la nación alemana, y silenciar cualquier vestigio de su contribución a la historia de la humanidad. 

Los métodos más empleados en los albores del Holocausto para acabar con cerca de 800.000 judíos y prisioneros de guerra polacos fueron los fusilamientos masivos y el asesinato en camiones de gas, aunque pronto se sustituyeron por un sistema más económico, anónimo y eficaz: los campos de exterminio y las cámaras de gas, ubicados en la Polonia ocupada.
El campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau fue, sin duda alguna, una herramienta clave para conseguir su propósito, dadas sus grandes dimensiones y su estratégica ubicación en la confluencia de las principales rutas ferroviarias del Tercer Reich.
Fue en esta “fábrica de la muerte” dirigida con mano de hierro por el comandante Rudolf Höss, donde un mayor número de judíos, pero también había prisioneros de guerra soviéticos, gitanos, homosexuales, polacos o testigos de Jehová, fue enviado a morir en las cámaras de gas, bajo la promesa de una reparadora ducha caliente.
El campo de Auschwitz – Birkenau contaba con cuatro crematorios donde la SS obligaba a los propios reclusos a quemar los centenares de miles de cadáveres de sus compañeros, con el fin de hacer desaparecer las evidencias de la masacre.
La capacidad máxima de cremación en los periodos de mayor actividad del campo llegó a ser de hasta 10.000 personas diarias.
El resultado final fue de más de seis millones de judíos asesinados, dos tercios de los judíos europeos desaparecieron para siempre.

A finales de 1944 y ante la imparable ofensiva de las huestes de Ejército Rojo, las autoridades nazis del campo se prepararon para abandonar Auschwitz y ordenaron la destrucción de las evidencias de los crímenes cometidos.
Tras eliminar documentación y gran parte de las instalaciones, entre los días 17 y 21 de enero 1945, ante la inminente llegada de los soviéticos, los nazis comenzaron la evacuación con cierta precipitación. La mayor parte de los prisioneros que quedaban en ese momento debieron marchar dejado atrás a los más débiles. Las tropas soviéticas encontraron a su llegada, abundantes e irrefutables pruebas del exterminio masivo en Auschwitz, como montones de cadáveres sin enterrar o las pertenencias de las víctimas, cantidades enormes de ropa y zapatos de hombres, mujeres, niños y otros objetos personales y, cuesta trabajo decirlo, 6500 kilos de cabello humano preparado para su venta. Y cerca de 7.600 prisioneros fueron liberados por el Ejército Rojo entre ellos estos niños que a la salida del campo van acompañados de varias enfermeras rusas.  


Más información y fuentes:
http://andaquepaque.blogspot.com/2015/01/las-violaciones-masivas-sovieticas-y-la.html

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