jueves, 9 de enero de 2020

Enfermera en sesión de educación sexual.

La enfermería escolar es la profesión de referencia en los centros escolares en los temas de salud, y en un campo tan sensible como la educación sexual puede desempeñar un rol importante a la hora de fomentar una sexualidad saludable y positiva, alejada de falsos mitos y por supuesto sin discriminación ni violencia. 
En pleno siglo XXI, todavía se sigue cuestionando la idoneidad de una educación sexual universal en la adolescencia. ¿Es este un cometido familiar o de las instituciones educativas? ¿Es informar al adolescente en esta materia un riesgo de fomentar comportamientos como la promiscuidad? 
En cambio si vemos la educación como una forma de ayudar a protegerse de las enfermedades de transmisión sexual o como evitar embarazos no deseados, sin duda que el horizonte que se abre es más que positivo.

Enfermera en una sesión de educación sexual para un grupo de jóvenes, explicando cómo usar adecuadamente un diafragma para el control de la natalidad. USA 1967.
 Credito: Paul Schutzer/Getty Images. 

Enfermeras con experiencia como educadoras en sexualidad nos indican que existe mucha controversia al respecto. La sexualidad es un componente inherente al ser humano en todas sus etapas vitales y existe evidencia sobre los beneficios de una educación sexual impartida a tiempo, como vehículo impulsor de una sexualidad responsable y saludable. En España, la edad media de inicio en las relaciones sexuales es de 15-17 años y todavía hallamos resquicios de estereotipos o desinformación en esta población. Pero, ¿por qué sucede esto en la era de la comunicación? La educación no consiste en poseer toda la información sobre un tema, sino en saber manejar la información de manera provechosa. Así, para una labor educadora eficaz, no debemos, en nuestras consultas de Enfermería, sino acercarnos al entorno del adolescente, empatizando con su modo de vida e interesándonos por sus preocupaciones para, así, poder crear un ambiente donde el adolescente se haga partícipe de su propia educación.

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