La gripe
rusa fue una pandemia que tuvo lugar entre octubre de 1889 y diciembre de
1890, con recurrencias en marzo-junio de 1891, noviembre de 1891-junio de 1892,
primavera de 1893 e invierno de 1893-1894. También fue coocida como gripe asiática.
La pandemia se inició en San Petersburgo el 1 de diciembre de 1889, se diseminó rápidamente por Europa, dando la vuelta al mundo en solo 4 meses, de ahí que se denominara "gripe rusa de 1889", se cree
que fue causada por un subtipo del virus influenza A, aunque no se tiene
certeza, dado las limitaciones para el estudio virológico de la época en que
sucedió. Provocó una mortalidad relativamente baja del 1%, pero debido al gran
número de afectados, se cree que causó la muerte de alrededor de 1.000.000 de
personas en todo el mundo.
Esta
fue la primera pandemia registrada de gripe verdaderamente global, afectó a
todos los continentes. Las circunstancias que la favoreció fue que el
mundo y la sociedad contaba con los medios que la hacían posible, ya se había
desarrollado el transporte, en ferrocarril y en el vapor, la gran urbanización y
el comercio, el crecimiento demográfico y el colonialismo. La
vulnerabilidad a la gripe puede que sea, en parte, un subproducto de la
modernización, como nos han recordado los acontecimientos recientes.
En
ciudades como Moscú, París o Londres, los primeros casos ocurrieron entre
octubre y noviembre de 1889, aunque no se le prestó gran importancia, no
había nada particular sobre ellos que la gente notara en ese momento. Comenzó
a hacer estragos entre sectores muy particulares de la población que estaban relacionados
con el comercio y los centros de comunicación, es decir, las primeras personas
que enfermaron solían ser estibadores o trabajadores de correos, ferroviarios,
policías. Además, cuanto menos industrializada era la localidad, más
remota y agrícola era, más tarde y menos severamente sufría la
localidad. Entre 1889 y 1890, los Alpes europeos, italianos, españoles y portugueses
quedaron rezagados con respecto al norte de Europa y los Estados Unidos, e
incluso en los grandes centros urbanos había pequeñas comunidades aisladas que
a veces sobrevivían completamente ilesas, como monasterios y conventos, y
también en instituciones cerradas como las cárceles.
Detalle de la Ilustración "Le Petit Parisen" del domindo 12 de enero de 1890, en las que enfermeras atienden a los pacientes encamados. |
Otro
rasgo típico es que se propagó a lo largo de lo que podemos denominar jerarquía
urbana, primero en las principales ciudades, luego a ciudades más pequeñas,
pueblos y zonas rurales. Y dónde llegaba infestaba a ricos y pobres, personas
cultas y analfabetas, hombres y mujeres, físicamente aptos y no aptos.
Hubo circunstancias, que fueron especialmente favorables a la enfermedad, un
entorno urbano abarrotado, donde la gente entraba y salía, en entornos muy
concurridos: escuelas, teatros, cuarteles, barcos navales, edificios de viviendas,
residencias universitarias, afectando igualmente a lactantes como ancianos.
También
hizo estragos entre personas con enfermedades respiratorias preexistentes, por
ejemplo, tuberculosis o bronquitis, o personas con enfermedades inmunosupresoras. Otra
característica fue la estacionalidad pronunciada.
Al
comienzo de la pandemia ni los propios médicos estaban seguros de cómo
clasificar la enfermedad, a medida que se fue disipando el misterio que rodeaba
la enfermedad, el tono en los periódicos pasó de alarmista a cauteloso y
tranquilizador.
En
enero de 1890, “Le Petit Parisien” publicó una ilustración a
página completa de la respuesta a la epidemia en París, un cuadro de
varias escenas, que demuestran cómo, la alta morbilidad y la baja mortalidad de
la influenza rusa moldearon la reacción del público y los medios de
comunicación una vez que la enfermedad se comprendía mejor.
Los tipos de actividades
mostradas muestran cómo los profesionales sanitarios y el público percibieron
la enfermedad. La imagen superior izquierda muestra cómo se instaló una
sala hospitalaria en una tienda de campaña ubicada en el patio de un hospital,
ilustrando cómo al detectar que la enfermedad se contagiaba, los aislaron, en
la carpa solo estaban las víctimas de la gripe.
La
imagen en el centro es el interior del hospital de campaña. Los pacientes se
veían bien atendidos, con casi tantos asistentes como pacientes. Sin
embargo, no parece que los pacientes recibieran ningún tratamiento que no fuera
agua y atención.
En
general la pandemia se percibió como una enfermedad benigna que pasaría con el
tiempo y el descanso, en lugar de una amenaza grave para la salud pública. La
imagen en la parte inferior izquierda muestra a dos músicos interpretando una
canción sobre la gripe titulada "todo el mundo tiene gripe" ante una
gran multitud. Finalmente, la distribución de ropa a las familias de las
víctimas de la gripe se muestra en la imagen inferior derecha.
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