Todos
conocemos las jeringas de uso sanitario, con algunas diferencias y tamaños, consiste
en un cilindro con una boquilla y un pistón para inyectar o extraer fluidos.
Pero como en todo se necesita imaginación, creatividad y decisión.
Por
ejemplo, hasta finales del siglo XIX, para uso rectal era necesario que otra
persona administrara el contenido presionando el pistón con una mano y con la
otra sosteniendo el cilindro, usando para ello las dos manos.
Si
bien es cierto que antes ya se usaban otras jeringuillas de tipo más
rudimentario, la innovación de su nuevo modelo, al poder usarse con una sola mano, facilitaba mucho el trabajo del
profesional sanitario. La cuestión de cómo inyectar sustancias en el cuerpo
humano, medicamentos, o de cómo sustraer fluidos corporales para analizarlas,
quedó solventada a partir de 1899 gracias a la jeringa de esta inventora.
Letitia Mumford Geer, 1853-1935, una enfermera estadounidense,
nacida en Nueva York, solicitó registrar una patente de una jeringa con una
particularidad, la de poder usarse con una sola mano y que contiene piezas de
vidrio.
En
su presentación, incluyó distintos dibujos junto al pedido de la patente, desde
un ejemplo de cómo manipular la jeringa hasta una descripción del objeto. Explicó
cómo funcionaba, qué sucedía con el líquido. “El dispositivo es muy simple y
barato”, aseguró. Incluso aclaró: “La forma puede variar hasta cierto punto sin
eliminar el espíritu de mi invento. Dos testigos firmaron el pedido, Hubbard W.
Mitchell y Eugene Frederick Hoyt. El 11 de abril de 1899 le fue concedida la
patente.
Gracias
a esta invención de Letitia cambió el concepto de tratamiento mediante el uso
de una jeringa, pues a partir de ese modelo se han desarrollado también otros
más.
La
patente con número de publicación 'US622848A' describe una jeringa que incluye
un cilindro, un vástago, un mango y una boquilla. El cilindro está
adaptado para llenarse con el medicamento y el pistón está adaptado para
funcionar dentro y fuera del cilindro. El vástago del pistón está
integrado con el mango en forma de U. y se dobla sobre sí mismo para
formar un brazo liso y rígido que termina en un mango, que a su vez está
ubicado al alcance de los dedos de la mano en posiciones extremas, lo que
permite que una mano sostenga y manipule funcionalmente la jeringa. Se
proporciona una extensión de gancho en el extremo libre para evitar que la mano
se deslice por el brazo rígido.
El
funcionamiento de la jeringa, como se indica en la solicitud de patente, es el
siguiente: el operador inserta la boquilla en el recto y sujeta el cilindro
colocando los dedos de la misma mano en el brazo rígido del mango. El
mango está en una posición distal del cilindro antes de inyectar el fluido o medicamento. La
extensión evita que los dedos se deslicen del brazo rígido. El mango se puede
colocar en una posición próxima al cilindro mientras se inyecta el medicamento
con el uso de una mano, lo que permite al operador usar la jeringa sobre sí
mismo sin la ayuda de un asistente.
Las
ventajas de esta jeringa son varias, es muy simple y barata, se puede operar
con una mano y pude usarla el profesional o el propio paciente.
Más información y fuentes:
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