La Primera Gran Mundial produjo problemas sanitarios que
difícilmente se conocían en la vida civil y que los médicos y enfermeras no
habían experimentado antes. Hasta entonces en las guerras gran parte de los muertos, lo eran por enfermedades, cólera, tifus, etc. que diezmaban los regimientos. En cambio en ésta guerra y especialmente en el frente occidental, el 58% de los muertos lo fue por el fuego de la artillería y lo más común la infección de las heridas,
cuando los hombres acribillados con balas y con metralla quedaban con trozos de
uniforme y barro contaminado de las trincheras que se propagaban hacia su
abdomen y sus órganos internos. No había antibióticos, por supuesto, y los
desinfectantes que se utilizaban eran rudimentarios e insuficientes.
Gran duquesa Olga Nikolaevna de Rusia con
soldados heridos. 1915. Foto coloreada. |
Las hijas del Zar Nicolás II con su madre, la Zarina Alejandra, voluntarias en un hospital militar. 1915. Foto coloreada. |
En todos los frentes se hicieron grandes esfuerzos para tratar las heridas infectadas, pero miles de soldados murieron a causa de tétanos o gangrena antes de que fuera descubierto un producto sanador efectivo.
Hacia el fin de la guerra comenzaron a surgir algunas soluciones eficaces, aunque también portaban grandes peligros. Una de ellas fue la transfusión sanguínea, que se llevaba a cabo conectando una sonda entre el paciente y el donante: una transferencia - transfusión directa.
Más información y fuentes:
http://es.wikipedia.org/wiki/Primera_Guerra_Mundial
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/04/140404_primera_guerra_mundial_enfermeras_finde_men.shtml
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/04/140404_primera_guerra_mundial_enfermeras_finde_men.shtml
No hay comentarios:
Publicar un comentario