lunes, 8 de enero de 2018

Enfermeras en radioterapia. Secuencia fotográfica.

En enero de 1896, Roentgen hizo público un gran descubrimiento, con una prueba de ello, una radiografía de su mano. El hallazgo lo realizó al experimentar con corrientes eléctricas en un tubo de rayos catódicos en un cuarto oscuro viendo un resplandor en un pequeño papel con cubierta fluorescente, a los cuales, por su extraño origen, los denominó rayos X.
Otros elementos, como el polonio, el radio y el torio, descubiertos por el matrimonio Curie, mostraron un comportamiento igual al del uranio, lo que llevó a esta pareja a denominar este fenómeno como radiactividad. 
 Una enfermera trasporta el radio en un recipiente apropiado en el extremo de una barra larga, que le permite mantener una distancia segura del radio, desde su almacenaje a la sala de tratamiento.
Se comprobó que la radiación de alta energía, como los rayos X, podía modificar o destruir células. Poco después comenzaron las primeras pruebas de tratamiento para eliminar procesos cancerosos, naciendo así la radioterapia, basada en la radiación como energía que se mueve de un lugar a otro, esta energía puede moverse a través de ondas o partículas.
La radioterapia utiliza rayos X de alta energía o haces de prótones para destruir el cáncer. 
 Manteniendo su cuerpo lejos del equipo, la enfermera empuja el radio en el aparato de tratamiento.
Es una técnica terapéutica que se viene utilizando desde hace al menos un siglo, y ha evolucionado con los avances científicos de la física, de la oncologia y de los avances informáticos, mejorando tanto los equipos como la precisión, calidad e indicación de los tratamientos, digamos que usa cantidades (dosis) altas de radiación para destruir células cancerosas y evitar que se propaguen.
 Seguidamente la enfermera prepara el aparato de radioterapia. Una presión de aire envía el radio a lo largo de un tubo negro al aparato, evitando que cualquier radiación escape antes de que el paciente esté listo.
Básicamente la radiación para el tratamiento contra el cáncer funciona de dos formas:
- Radioterapia interna: cuando la radiación se introduce dentro del cuerpo, en las células cancerosas o cerca de ellas.
- Radioterapia externa: cuando la fuente de radiación está a cierta distancia del paciente en equipos de grandes dimensiones y la dirige hacia las células cancerosas.
    Situado el paciente adecuadamente, una médica acompañada de la enfermera coloca la ubicación concreta del aparato en el lugar a irradiar.

La radioterapia externa es el tipo de tratamiento más común, los pacientes acuden de forma ambulatoria por períodos variables, dependiendo del proceso que se esté tratando, y es la técnica que traemos en ésta publicación, con fotos del año 1940, casi en sus inicios, puede parecer rudimentaria, pero ya estaba muy avanzada.

Finalmente, una enfermera pone en funcionamiento el aparato de radioterapia. Cuando el paciente está listo y todos los demás han salido de la sala de tratamiento, presiona un botón y la presión de aire conduce el radio hacia el paciente.

La secuencia fotográfica mostrada de radioterapia externa, corresponde a las sesiones de radioterapia que se realizaba en 1940, en un hospital de Londres, Reino Unido.

Más información y fuentes:


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